◇ XXI ◇

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Después de un fin de semana de diversión en San Francisco, nos encontrábamos en Austin, listos para enfrentar el bullicio del día de clasificación. La ciudad estaba llena de energía, y el ambiente era eléctrico. Manuele había llegado temprano por la mañana, insistiendo en que no quería que Evie y yo estuviésemos solas. Aiden, por su parte, estaba inmerso en sus labores de F2, lo que significaba que nuestros caminos se cruzarían apenas durante el día.

Decidimos aprovechar la tranquilidad de la mañana y desayunar juntos en el hotel antes de que comenzara el caos del día. El comedor estaba lleno, pero encontramos una mesa cerca de la ventana. Evie, emocionada por todo lo que había visto y aprendido en San Francisco, no paraba de contarle a su nonno todo lo que había vivido.

-¿Puedo pedir pancakes con sirope de chocolate?-pidió la pequeña dulcemente.

-Claro que sí, pequeña. Hoy es un día especial. Puedes pedir lo que quieras.-sonrió Manuele

-¡Si!-exclamó emocionada.-Me gusta mucho Estados Unidos.

-¿Porque aquí te dejan hacer lo que quieras?-pregunté divertida. Ella asintió.

-¿Cómo te sientes, Callie? Parece que es un fin de semana agitado.-preguntó mi padre mientras Evie hacía su pedido.

-Estoy bien.-mentí, tratando de sonar convincente. La verdad era que mi mente estaba en constante lucha, pero no quería preocuparlo.-Fue un buen descanso antes del ajetreo de hoy.

Él me miró con escepticismo, pero no insistió. En ese mismo instante, Aiden se unió a nosotros. Su semblante era relajado a pesar del caos que lo esperaba.

-Buenos días, familia. ¿Cómo estamos?-saludó sonriente.

-¡Aiden!-gritó Evie, lanzándose hacia él para un abrazo.-¡Voy a pedir pancakes con sirope de chocolate!

-Eso suena delicioso. Yo creo que me uniré a ti en eso, ¿qué te parece?-preguntó levantándola en brazos.-Buenos días, amor.-se dirigió a mi.-¿Cómo estás?

-Estoy bien, solo un poco cansada.-bufé, él asintió, entendiendo más de lo que decía.

-Manuele, ¿qué tal el viaje?-preguntó Aiden, tratando de aligerar el ambiente.

-Fue bueno. Justo estaba en Argentina, así que no fue tan largo. Austin es una ciudad interesante. Estoy emocionado por la carrera de hoy, tenía tanto tiempo de no venir.-se volvió hacia Evie.-¿Estás lista para ver a todos los coches y pilotos, Evie?

-¡Sí!-respondió ella entusiasmada.-Quiero ver a todos. Mamá me dijo que puedo conocer a algunos de los pilotos.

Aiden y yo intercambiamos una mirada.

-Puedes ver al tio Lando y a Pato.-aclaré.-Recuerda que tienes un lugar especial con tu nonno y que yo estaré trabajando, como en Mónaco, cuando te quedaste con el tío Max. ¿Recuerdas?-ella asintió.-Así que, espero te portes igual de bien hoy.

-Tranquila, hija.-dijo Manuele apretando mi mano levemente.-Te prometo que estaremos bien.

-Tenemos un plan, ¿recuerdas?-cuestioné severa.-Solo hay que seguirlo y estaremos bien.

Después del desayuno, me dirigí al circuito con determinación. Tenía que darle indicaciones importantes a Lucien, mi nuevo compañero de labores tras el retorno de Aiden a la F2. A pesar de los problemas personales, Aiden y yo siempre habíamos tenido una comunicación impecable en el trabajo, algo que no era igual con Lucien. Pero tenía que hacer lo mejor posible. Relegarlo había sido mi decisión, y ahora tenía que enfrentar las consecuencias.

-Lucien, aquí tienes el programa del día.-dije, entregándole una carpeta con todos los detalles.-Necesito que te asegures de que todo esté coordinado. Hoy es un día crucial y no podemos permitir errores.

◇ About You ◇ Oscar Piastri ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora