Capítulo 43: Locura

32 4 15
                                    

De niño, Suzaku se metía en peleas con una frecuencia que lo avergonzaban en la actualidad. Entonces era bastante fanfarrón. Estaba aprendiendo artes marciales y se había destacado por su gran talento y agilidad. Al joven Suzaku le gustaba probar su fuerza y no existía una mejor forma que luchando. Un día una de sus peleas terminó mal y el niño que golpeó fue trasladado al hospital. Le había causado una fractura. Suzaku estaba tan espantado que no volvió a pelear ni entrenar hasta que vio un grupo de niños pateando a Lelouch que yacía ovillado en el piso totalmente vulnerable. Suzaku pasó a la acción interviniendo en su defensa. Lelouch quedó con un ojo hinchado, una ceja rota y múltiples contusiones repartidas a lo largo del torso y la espalda. Había sido lo suficientemente inteligente para protegerse el rostro con ambas manos. No lo bastante rápido para prevenir el primer golpe. A pesar de que Lelouch quería ocultar a su hermana la paliza que había sufrido, Nunnally percibió la hinchazón y la ceja rota y dedujo cómo se lo hizo. Para evitar extender más el tema, Suzaku los convidó ir a su casa ya que ahí tenía un botiquín. El joven Lelouch soportó el tratamiento como todo un campeón. Le resultó obvio a Suzaku que él reprimía incluso los más mínimos gestos de dolor para no angustiar a Nunnally. Admiró el extraordinario aplomo del chico.

A posteriori, cayó una lluvia que fastidió la tarde de los niños en más de un sentido. Lelouch y Nunnally no podían regresar a su casa en tales las circunstancias. Suzaku no tenía muchos juguetes ya que prefería jugar al aire libre. Algo que los niños no podían hacer como el lector entenderá. Y los videojuegos estaban descartados al disponer solo dos consolas. El pronóstico para ese día parecía ser morir de aburrimiento. Pero cuando Nunnally comentó que deseaba que parara la lluvia porque la entristecía, el japonés tuvo una brillante idea. Trajo papeles de colores, tijeras y pegamento y les enseñó hacer una grulla de origami. La iniciativa de Suzaku fue acogido con emoción. Nunnally adoraba experimentar cosas nuevas y Lelouch era hábil para las actividades manuales. Sus pupilos presentaron dos grullas bien elaboradas. Suzaku sintió una pizca de envidia. La suya era mediocre, comparándola con sus hermanas. Aun así, el joven Suzaku se tragó sus sentimientos y felicitó sinceramente a sus amigos.

—¡Vaya! ¡Sus grullas son preciosas! ¡Hicieron un excelente trabajo!

—Gracias. Tuvimos un buen maestro —señaló Lelouch.

—¡Oh, gracias! —exclamó y cambió de tema para que el bochorno no se lo comiera vivo—. Saben, hay una leyenda japonesa que dice que si tienes mil grullas puedes pedir un deseo. ¿Qué pedirían ustedes?

—¡Uhm! Yo pediría un mundo más amable para que la gente no se lastime —dijo Nunnally agarrando con suavidad el brazo de Lelouch y mirando su ceja rota. Incomodó al muchacho sin querer—. ¿Y tú, hermanito?

—¿Yo? No tengo nada que pedir. Tengo todo lo que necesito justo aquí.

Lelouch les dirigió a ambos una sonrisa tímida y se apretó las manos. Suzaku le sonrió antes de que pudiera ser consciente. Nunnally pasó sus brazos por encima de las nucas de los niños y de este modo los tres compartieron un tierno abrazo. El episodio que Suzaku vivió ese día le había devuelto la motivación, por lo que decidió reanudar su entrenamiento y juró que solo se involucraría en una confrontación física, si debía proteger a alguien. Hasta ese momento, Suzaku fortalecería su cuerpo y perfeccionaría sus técnicas. Irónicamente, su noble juramento se le volvía en contra, ya que Suzaku se rehusaba a infligir daño a los otros —a sabiendas de lo que sus puños y pies eran capaces de hacer—. Por lo cual se moderaba durante las prácticas de combate. Eso molestaba a Kallen cada vez que entrenaban juntos ya que sentía que estaba subestimándola y por más que Suzaku trataba de aclararle su postura, lo empeoraba todo. Tal vez porque había traicionado ese juramento, no pudo vencer a Zero o, mejor dicho, a Lelouch en la Torre de Babel. Suzaku quería creer que había corregido aquel error al proteger a Tianzi.

Code Geass: BloodlinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora