Capítulo 27: Proyecto Geass

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¿Qué quiso decir Lelouch al pedirle que no olvidara sus sentimientos? ¿Acaso indirectamente admitió los suyos? ¿Se precipitó al asumir que no le correspondía? Milly le había hecho ver a Kallen la atracción de Lelouch hacia ella. Kallen acogió su comentario con suspicacia. No era que pusiera en duda su capacidad de observación o sus conocimientos sobre Lelouch. Es que él era el maestro del engaño y sus señales no eran muy claras que digamos. Hasta la fecha sus cálidos gestos, sus atentas palabras y sus bondadosas acciones connotaban preocupación y cariño, lo que no necesariamente se traducía como amor romántico. Más tarde, sin embargo, C.C. confirmaría la presunción de Milly asegurando, además, el amor de Lelouch. Así pues, Kallen tenía dos afirmaciones de dos personas que lo conocían bastante bien y que apoyaban incidentalmente ciertas pruebas factuales, ya que Kallen no podía omitir que en dos ocasiones sus labios estuvieron a punto de unirse en un beso y anoche casi tuvieron un encuentro más íntimo. De ningún modo eran gestos provenientes de un socio o siquiera un amigo. Por tanto, resultó inevitable que la esperanza empezara a aletear en el pecho de la pelirroja.

Ahora todo lo que necesitaba era que Lelouch fuera sincero consigo mismo y con ella. Habría obtenido su respuesta, de no ser porque, cuando fue a abordarlo, estaba con Urabe y justo después vino Suzaku y ya no pudo tener un momento a solas con él. Kallen se prometió a sí misma que lo acorralaría en cuanto surgiera una mínima oportunidad y se lo preguntaría. «No tiene por qué decirme de inmediato que me ama. Me basta con que tome mi mano y me sonría o rodee con su brazo mi cintura y me bese o me abrace y me susurre que desee estar conmigo». Si ninguno de los tres escenarios ideales tenía lugar, entonces ella lo miraría a los ojos. Ellos expresarían la verdad que sus labios reprimían. «Puede ser que me ame y la raíz del problema sea que no se atreve a responsabilizarse de sus sentimientos. En dado caso, no sería el hombre indicado para mí». A Kallen le rompería el corazón que esa fuera la situación. Inclusive preferiría que Lelouch no la amara. Era menos doloroso. Por lo pronto, debía vaciar esos pensamientos de su cabeza y concentrarse en el caso de Britannia Chemicals.

Apenas llegaron los empleados de la planta química, Kallen los invitó a pasar y acomodarse en la mesa rectangular de sala de reuniones. Era una habitación sin ventanas, aunque bastante iluminada debido a las lámparas fluorescentes tubulares. Para el caso de Lelouch, la utilizaron por primera vez con el fin de reagruparse y planear su próximo movimiento con los antiguos socios de Lelouch. Sobre las paredes insípidas no había nada destacable que las embelleciera. Solo un reloj IMB colgado detrás de la silla de cabecera, en la cual Lelouch era el único que se sentaba. Pero que, por esta ocasión, Kallen iba a ocupar.

De por sí, la silla era diferente a las otras. Era más alta y el respaldo era acolchado. Desde ahí tenía una visión panorámica de todo. A Kallen le pareció a un trono. Ese pensamiento la imbuyó de una sensación intimidante y, a su vez, placer. Ya entendía por qué a Lelouch le gustaba tanto esa silla. En tanto esperaba que tomaran asiento, sus ojos vagaron por toda la sala. Kallen logró reconocer cada uno de sus rostros, aun cuando los había visto por el rabillo del ojo. A todos los había salvado. Eran supervivientes. Todos eran su propia especie de soldado, al igual que ella, Rolo, C.C., Suzaku y Lelouch. Unidos en la guerra contra Britannia Corps para pelear juntos. La mujer se aclaró la garganta y sintió un cosquilleo en el estómago. Se produce una sensación embriagadora al tener la atención de muchos.

—Muchas gracias a todos por asistir. Creo que esta es la primera vez que nos vemos, así que me presentaré: soy la abogada Kallen Stadtfeld. Los he llamado porque nuestro bufete quiere tomar su caso. Como ustedes, llevamos largo tiempo luchando por denunciar al público todas las actividades ilícitas de Britannia Corps con afán de atraerlos a un tribunal y enfrentarlos a la justicia y, aunque Britannia Corps consigue escurrirse, eso no nos desalienta. Sabemos que su abogado les sugiere establecer un acuerdo; no obstante, nuestro bufete los insta a continuar peleando, con la diferencia de que esta vez nosotros pelearemos con y para ustedes.

Code Geass: BloodlinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora