Victorias y concursos
⋇⊶⊰ 🍃 ⊱⊷⋇Horas pasaron. Horas de incesante y cruel batalla en contra de miles de Uruk-hais. Habían cientos de cuerpos en el suelo, los pocos que milagrosamente tenían vida se ahogaban al estar sumergidos bajo el agua que la explosión liberó.
El rey Théoden había mandado a la retirada, avisándole a todo con el que se encontraba mientras corría al gran salón. Aragorn continuó avisando por él, tratando de que todos los posibles se fueran con el rey antes de seguir muriendo inútilmente.
-¡________!- exclamó, ella aún batallaba cuerpo a cuerpo con tres Uruk-hais a la vez. -¡Retirada!
La elfa asintió, tomando como tarea avisarle a Haldir. Legolas ya parecía estar enterado, pues arrastraba a Gimli hacia el salón a pesar de las resistencias de éste.
-¡Haldir!- exclamó la elfa mientras subía unas gradas para acercarse al capitán -¡Retirada!
Haldir se distrajo un momento para mirarla, asintiendo, pero se quedó tan perdido en observar a _______ que no notó al orco que se había acercado a él con machete en mano.
Sintió un ardor en su brazo que lo obligó a botar su espada. _______ gritó al verlo caer de rodillas, y se apresuró aún más a llegar hacia él mientras mataba orcos a diestra y siniestra.
Pero cuando ya estaba justo frente a él fue demasiado tarde, el orco dejó caer su machete sobre la cabeza de Haldir, partiendo su cráneo y derramando su sangre en el suelo. ________ se llenó de una ira inexplicable, alzando la daga que le había dado Haldir para apuñalar varias veces al orco. Gritó todo el tiempo, clavando el arma en su rostro, torso, ojos, cuello, hasta que el orco dejó de moverse.
Con el orco muerto, _______ cayó de rodillas para tomar a Haldir, colocando su cabeza cerca de su hombro.
-Haldir...- sollozó, notando que los ojos del capitán estaban vacíos, y su pecho ya no se alzaba y reducía en un intento por respirar. Por más que le hubiera gustado, _______ sabía que no podía permanecer allí. Miró por última vez el rostro frío de su amigo, y plantó un tierno beso en la comisura de sus labios, prometiéndole silenciosamente que regresaría para darle un entierro digno de él.
No pudiendo quedarse más, ______ se levantó y se fue corriendo, haciéndole caso al rey en sus deseos de adentrarse más en la fortaleza, a pesar de saber que los orcos traspasarían sus barricadas en cualquier segundo.
🍃
Encerrados en el salón principal de la fortaleza, la mañana cayó sobre el abismo de Helm y sobre los soldados que aún tenían vida. El rey Théoden se veía deshecho, completamente desesperanzado mientras se convencía de que ese era el final. Los orcos golpeaban la puerta con fuerza, en cualquier momento entrarían y pondrían fin al pueblo.
Aún así, la esperanza volvió a los corazones de todos al recordar que aquel sol que salía del este, era el que marcaba el quinto día desde la ida de Gandalf. Un último esfuerzo era necesario, y si morían aquel día, lo harían con honor.
Fue entonces que, por mandato del rey, todos se subieron a sus caballos y esperaron a que la puerta fuera derribada. La madera finalmente cedió ante los golpes del enemigo, y un montón de Uruks entró al salón.
Para su desgracia, los fuertes y altos caballos los aplastaron a todos con facilidad, mucho más aún cuando sus jinetes estaban listos para rebanar las cabezas de los orcos en cuanto pasaran por su lado.
Así fue que pasaron por el puente, deshaciéndose de enemigos a diestra y siniestra. Hace tiempo que las flechas se habían acabado para ambos bandos, así que ser disparados con una saeta no estaba dentro de sus preocupaciones.
Un relincho de repente se escuchó desde arriba en la colina, y un resplandor blanquecino rodeó al caballo y su jinete, cuya presencia llamó la atención de todos.
-Gandalf- sonrió _______ con un suspiro de alivio.
Detrás del hechicero, otro jinete se manifestó. Era Éomer, quien había vuelto para volver a defender a su pueblo como en tiempos pasados. Gandalf y él bajaron la colina, y junto a ellos, miles de caballos de los jinetes Rohirrim, los cuales fueron el rayo de esperanza que necesitaban los pobres guerreros remanentes, los cuales no eran más que veinte o veinticinco.
Los Uruks se posicionaron, esperando solamente a que los caballos terminaran de bajar para asesinarlos. Lo que no esperaban era que, como Gandalf había dicho, había llegado con la primera luz del día. Los intensos rayos del sol los cegaron a todos, y se vieron obligados a escudar sus ojos. Después de todo Gandalf tenía razón, un mago siempre llega precisamente cuando se lo propone.
La batalla final duró poco, pues los Uruks no soportaron más la luz del sol, y huyeron al bosque de Fangorn en busca de sombra. Lo que no esperaban era que el bosque estaba muy vivo, y por consecuencia, muy enojado con los intrusos que no hacían sino talar su madera y hacer fogatas con ella.
No fue necesario ver lo que les pasó a los Uruk-hais aquella mañana, pues sus gritos de horror acompañados por el movimiento brusco de las copas de los árboles fue suficiente para hacerse una idea.
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-Cuenta final... cuarenta y dos.
Legolas Greenleaf se paseó por entre los muertos y ruinas que la batalla había dejado, muy orgullosamente sonriendo mientras admiraba su arco con presunción.
-¿Cuarenta y dos? Oh... nada mal para un principito de orejas picudas- Gimli fingió sorpresa, fumando su pipa -Yo personalmente estoy sentado justo encima de mi número cuarenta y tres.
Legolas entrecerró los ojos, sacando una flecha y dándole en el costado del orco que Gimli estaba usando como asiento.
-Cuarenta y tres.- Legolas sonrió de nuevo, alzando sus cejas oscuras.
-Ese ya estaba muerto- Gimli frunció sus cejas rojizas.
-Se retorcía- replicó Legolas.
-¡Se retorcía porque tengo mi hacha enterrada en su sistema nervioso!- exclamó el enano, moviendo su hacha en la cabeza del orco para probar su punto. Las piernas del orco volvieron a retorcerse, dándole la razón.
-Ambos son números impresionantes, caballeros- una tercera voz los distrajo a ambos. Era ______, quien se acercaba con una risita muy burlona -Pero me temo que cuarenta y tres casi no son nada comparados con sesenta y cinco.
-¡Sesenta y cinco!- reclamó Gimli.
-De acuerdo, lo admito- sonrió Legolas, acercándose a ______ con sus manos detrás de su espalda -Nos has ganado a ambos.
_______ le sonrió brevemente, de repente volviendo a la seriedad cuando se dio cuenta de que se estaba volviendo a sentir cómoda en su presencia.
-_______- dijo el príncipe, notando el cambio de actitud -¿Tienes una respuesta para lo que te dije antes?
La elfa le lanzó una mirada nerviosa. Su corazón tenía la respuesta muy clara, pero su cerebro refrenó su lengua de cometer cualquier tontería.
-Eso era en caso de que no sobreviviéramos- dijo tímidamente -Y aquí estamos, vivos y enteros.
-Si, pero...
Legolas no tuvo tiempo de decir mucho más, pues así como vino, _______ desapareció de nuevo por entre las columnas y paredes rotas del abismo.
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𝔗𝔥𝔢 𝔖𝔦𝔩𝔢𝔫𝔱 𝔓𝔯𝔬𝔪𝔦𝔰𝔢 || ᴸᵉᵍᵒˡᵃˢ ᴳʳᵉᵉⁿˡᵉᵃᶠ
Fanfiction·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳ 𝐄𝐍 𝐋𝐀 𝐂𝐔𝐀𝐋 _______ promete proteger siempre a Legolas, pero, ¿qué pasa cuando él rompe su corazón? ¿Cumplirá su promesa? •ᴸᵉᵍᵒˡᵃˢ ˣ ˡᵉᶜᵗᵒʳᵃ •ᴱˡ ʰᵒᵇᵇⁱᵗ", "ᴱˡ ˢᵉñᵒʳ ᵈᵉ ˡᵒˢ ᴬⁿⁱˡˡᵒˢ" ʸ ˢᵘˢ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃʲᵉˢ ⁿᵒ ᵐᵉ ᵖᵉʳᵗᵉⁿᵉᶜᵉⁿ