𝘊𝘢𝘱í𝘵𝘶𝘭𝘰 27

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El castigo de Sam
⋇⊶⊰ 🍃 ⊱⊷⋇

Mientras Frodo terminaba de empacar las cosas necesarias para el viaje y _______ se encargaba de la comida, un ruido fuera de la ventana desconcertó a todos los presentes. Parecía que alguien se movía por entre los arbustos. Gandalf se acercó con su bastón, pegándole a quien fuera que estaba allí con fuerza, y un grito salió del intruso, más aún cuando el mago lo tomó de los hombros y lo arrojó sobre el escritorio.

-¡Samwise Gamgee!- exclamó iracundo -¿¡Estabas espiando!?

-¡Y-Yo no espiaba, señor Gandalf, de verdad!- juró Sam, temblando ante el fuerte agarre que tenía Gandalf sobre sus hombros -¡Solo podaba el césped ahí junto a la ventana!

-¡Es un poco tarde para andar de jardinero! ¿No te parece?

-¡Escuché gritos!- admitió Sam.

-¿¡Qué has escuchado!?- exigió Gandalf, sus manos en sus caderas mientras interrogaba al tembloroso Hobbit en el escritorio -¡Habla!

-¡N-Nada i-importante! ¡Solo unas cuantas cosas sobre un anillo, un señor oscuro y algo del fin del mundo! ¡Pero por favor, señor Gandalf!- confesaba el hobbit, casi llorando del miedo -Por favor no me convierta en algo... anormal.

-No...- murmuró Gandalf, sus ojos encendiéndose con una idea que Frodo y ______ parecieron compartir. El pobre Sam solo podía esperar su castigo, desconcertado ante las sonrisas que intercambiaban sus interrogantes -Puede que haya un uso mejor para ti...

🍃

-¡Rápido Samwise! ¡Apresúrate!

El tierno Sam no había sido transformado en ningún ogro o trol aquel día, no había sido víctima de algún hechizo que lo convirtiera en un sapo o un objeto encantado esperando a ser besado por una princesa para volver a la normalidad. Había recibido una tarea mucho más difícil que tener que cargar con cualquier maldición, había sido nombrado oficialmente como uno más en la aventura que le esperaba a su señor Frodo con el Anillo.

Sam corría detrás de sus compañero tan rápido como podía, el peso de todos los sartenes y ollas que llevaba atrasándolo significativamente. Finalmente pudo alcanzarlos cuando se detuvieron en medio de un bosque, apoyándose en sus rodillas para recuperar el aliento.

-¿Está a salvo?- cuestionó Gandalf. Frodo asintió, palpando el bolsillo de su chaleco de terciopelo en donde el Anillo ahora reposaba. Gandalf se encorvó para mirarlo a los ojos -Nunca te lo pongas, o los sirvientes del Señor Oscuro se sentirán atraídos a su poder. Recuerda, Frodo, el Anillo quiere ser encontrado.

Frodo asintió nuevamente, sus ojos azules mostrándole al mago que haría lo posible para llegar a Bree, en donde habían acordado que se reunirían con Gandalf.

-______, te confío a Frodo y Sam. Sé que los llevarás hasta Bree a salvo- ordenó últimamente, recibiendo una reverencia por parte de _______, de esas que solía hacer cuando recibía un mandato del rey.

Sin más, Gandalf se subió a su caballo y desapareció entre los árboles, dejando al trío solo en el bosque, sintiéndose perpetuamente observados por los árboles y pájaros que volaban sobre sus cabezas.

Los hobbit se miraron entre sí y suspiraron. _______ los tomó a ambos de los hombros y comenzó a conducirlos por el bosque, prometiéndoles que ella los cuidaría, y que no tuvieran miedo.

Pasaron por muchas colinas y senderos y campos, alejándose cada vez más de la Comarca que los tres denominaban su hogar. Finalmente por el día decidieron acampar y descansar. Sam se puso manos a la obra con la cena, friendo algunas salchichas, huevos y jamón. Frodo fumaba su pipa subido a un árbol, costumbre que claramente había adoptado de Bilbo, y ______ afilaba su vieja espada con unas rocas. También estaba haciéndose unas cuantas flechas con las ramas que se encontraban por ahí, dándoles una filosa punta con su daga.

De repente, sus puntiagudas orejas captaron un sonido demasiado familiar, lo que la transportó a muchos recuerdos que no le gustaba conmemorar. Frodo y Sam parecieron oírlo también, y detuvieron sus actividades para seguir el sonido.

-Elfos del bosque- dijo Sam.

El trío se refugió detrás de un árbol caído para observar a la tropa de elfos que caminaba por el bosque, cantando sus versos y canciones melancólicas que daban una profunda tristeza. ________ los observó con nostalgia, era su gente, y verlos después de tanto tiempo la deprimía.

-¿Qué están haciendo?- cuestionó Sam.

-Están dejando la Tierra Media, ya no regresarán jamás- explicó _______ -Se van a los puertos grises, y partirán a Valinor, las tierras imperecederas.

-No sé porqué, pero me da tristeza- comentó Gamgee.

-A mí igual- suspiró la elfa, sabiendo que solo era el comienzo del futuro de todos los elfos en la Tierra Media. Era cuestión de pocos años para que los elfos la abandonaran por completo, y su existencia pasaría a ser nada más que un mito o leyenda. Los bellos reinos pasarían a simples ruinas como única prueba de que los elfos alguna vez pisaron esta tierra, y era difícil de explicar, pero _______ no quería pertenecer a ese grupo.

Aquella noche ________ ayudó a Frodo y Sam a dormir, pues la incomodidad de las raíces de los árboles y el firme suelo se los estaba haciendo imposible. Con apenas una de sus canciones el par ya estaba rendido y roncando, pero ella no podía permitirse un descanso. Debía velar hasta el alba y proteger a sus amigos de cualquier peligro, así lo había prometido, y así lo haría.

Si _______ tuviera una moneda por cada vez que se compromete a cuidar a alguien tendría dos monedas, lo cual no es mucho, pero es curioso que haya ocurrido dos veces.

Con esos pensamientos en mente, _______ se entretuvo con sus canciones, tarareando hasta que el sol iluminó de nuevo el bosque en el que los hobbits tan tranquilamente dormían.

𝔗𝔥𝔢 𝔖𝔦𝔩𝔢𝔫𝔱 𝔓𝔯𝔬𝔪𝔦𝔰𝔢 || ᴸᵉᵍᵒˡᵃˢ ᴳʳᵉᵉⁿˡᵉᵃᶠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora