Freen le pasó las llaves de su casa a Faye.
—Y recuerda P'Faye, Yoko tiene prohibidas las salidas, la televisión o computador por un mes. — Le dijo Freen, mientras se subía al auto junto con Becky, su esposa.
—No te preocupes, Freen, yo cuidaré de ella. — y de qué forma, pensó.
—Gracias, de verdad muchas gracias por cuidar de Yoko por nosotras, no sé que haríamos sin ti, Faye — dijo Becky a su lado. —Espero que no te aburras de estar mucho tiempo con ella. — rió.
Faye se unió a sus risas. "Si tan solo supieras las cosas que tengo pensando hacer con ella".
—¡Adiós, disfruten mucho de sus vacaciones! — se despidió Faye mientras agitaba su mano en el aire.
Cuando al fin más vió desaparecer se giró y entró a la casa. Sonrió perversamente cuando la vió ahí sentada en el sillón viendo televisión a la mujer que sus ojos tanto ansiaban ver.
—¿Ya se fueron mamá Becky y mamá Freen? Preguntó Yoko en cuanto notó su presencia.
—Sí. — dijo acomodándose a un lado de ella y quitándole el control remoto y consecutivamente apagando el televisor.
—¡Hey!
—Te recuerdo que estás castigada, Yoko, y mientras tus mamás no estén, estás bajo mi responsabilidad —Dios, como le aguanta la sensación de esas palabras salir de su boca.
—Pero tía Faye... Si quieres podemos hacer un trato — mencionó incocentemente —¿Qué te parece?
Faye alzó una ceja interesada en la propuesta de su sobrina —¿Qué clase de trago?
—No lo sé, uhm... Podría ayudarte en lo que tú quieras a cambio de que me dejes ver televisión, ¿Te parece?
Faye suspiró pesadamente. Ella podría ayudarla con muchas cosas en muchas maneras. Sacudió su cabeza ante los pensamientos lujuriosos que se formaban en su mente.
—Está bien — sonrió —Acepto tu propuesta.
—Muy bien, estupendo... Entonces ¿Qué quieres que haga?
Faye miró descaradamente su escote, la cual dejaba ver la curva de sus pechos. Madre mía, había fantaseado tanto con esos pechos que estaba segura que haría sus sueños realidad. Ella la vió crecer y ahora su cuerpo está listo y preparado para recibirlo. Sabía que era una locura querer acostarse con su sobrina de apenas 22 años, pero ya había madurado lo siguiente y y ella ya la había esperado demasiado. Tan inocente, tan virginal, con un aire sexual que era inevitable no sentir. No importaban las consecuencias la reclamaría suya en cuerpo, corazón y alma.
Era sorprendente como Yoko lograba atraerle tanto, ninguna manera la había excitado tanto en sus 30 años.
Yoko se fijó en la dirección de sus ojos y se removió en el sillón incómoda, pero Faye no se avergonzó. Era hora de la acción.
—Quítate la camisa.
Yoko palideció —¿Qué?
—Quítate la camisa — repitió apretando los dientes —Ahora.
Yoko se levantó con la intención de correr a su cuarto pero Faye la alcanzó, jalándola del brazo y posicionándola contra la pared. Besó su cuello bruscamente, chupando, lamiendo y besando. Mierda, estaba muy dura y necesitaba follar. Yoko tembló en sus brazos.
—No sabes cuántas veces soñé con esto Yoko — susurró Faye mordiéndole el lóbulo de la oreja —No sabes cuántas veces me he masturbado pensando que eras tú la que me tocaba — su voz sonó más ronca, sus ojos se oscurecieron —Realmente quiero follarte muy duro.
Yoko se estremeció ante esas palabras tan sucias. Y se alarmó aún más cuando sintió las manos de Faye dentro de su blusa. ¿En verdad lo haría? Intentó separarla empujándola, pero Faye era mucho más fuerte que ella logrando no moverse de su posición.
Quién iba a imaginar que su tía favorita iba a convertirse en... Una tía sucia.
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Una Tía Sucia [FayeYoko G!P]
FanfictionElla era extremadamente joven y Faye una cretina por posar sus ojos en ella. Luego de que la madre de Yoko Apasra junto con su madrastra hubieran decidido tomar unas vacaciones y que la dejaran a cargo de su tía, que por cierto venía con sorpresa in...