Yoko suspiró mientras sentía las manos de Faye recorrerle la espalda de arriba hacia abajo, con una lentitud pasmosa que la hacía estremecer. Ella giró sobre el colchón, quedando al frente de la mayor. La besó y sonrió.—Mmh... — le susurró la mayor acariciando su mejilla, con una ternura a Yoko le conmovió —Desearía quedarme todo el día en la cama, haciéndote el amor.
—Y yo también. — jugueteó con el cabello de Faye —Pero hay que levantarse. ¿Te imaginas que mamá Freen llegue y nos vea así?
—Probablemente le cogería un ataque de rabia, pero tranquila, pronto lo sabrá y todo se arreglará
—Espero que así sea. — suspiró —Espero que sepa entendernos como lo hizo Becky.
Faye notó el miedo en su voz. Apartó las sábanas que cubría su cuerpo desnudo y la cogió de las caderas obligándola a que se colocara a horcajadas encima de ella. Yoko gimió fuerte al sentir el duro pene de Faye entrar de golpe en ella.
—Lo hará. Todo va a estar bien. — dijo Faye tomándola del trasero —Ahora, no pienses en eso, porque te haré olvidar los problemas. Solo... Disfruta.
Y por supuesto que la iba a hacer olvidar de todos sus problemas. Yoko comenzó a moverse encima de Faye, de arriba hacia abajo, haciendo que Malisorn enloquecer, gimiendo por más. Yoko podía sentir la firme polla de Faye en todo su interior. Durísima. Y le encantaba. Yoko siguió montándola cada vez más rápido. Los ojos de Faye se despegaron de ella. Arqueó las caderas, ayudándola más con la faena de follársela duro.
—Oh, sí, justo así, bonita. — gimió Faye, enterrando sus dedos en sus caderas —Harás que me enloquezca...
Era gracioso, pensar de que hace apenas unos minutos habían hecho el amor y ahora estaban haciéndolo de nuevo como conejos, Freen y Becky habían salido hacia una cena formal de un cumpleaños y ellas dos habían aprovechado el momento para escabullirse en la habitación matrimonial de ellas y echarse un buen polvo. A Yoko le encantaba la cama de su madre, era cómoda y muy grande. Perfecta para hacer el amor. Su que claro, después de todo el escándalo que hacían ellas dos entre las sábanas, tenían que dejar todo en orden, sin ninguna pizca de evidencia que ellas hubiesen estado ahí.
Cuando Yoko llegó al orgasmo, la siguió Faye, para luego dejarla caer encima de ella y arroparla entre sus brazos. Faye le besó la frente, sintiendo como sus respiraciones se calmaban y sus corazones volvían a latir con normalidad. Yoko cerró los ojos con fuerza, deseando poder quedarse así con Faye siempre. Y el miedo la invadió, nuevamente. Hoy seria el día en el que le dirían a su mamá toda la verdad. Habían quedado de acuerdo con Faye y Becky, en decirle a Freen toda la verdad después de la cena. Ella estaría de buen humor, un buen momento de confesarle toda la verdad. No más mentiras. No más secretos. Todo iba a salir bien.
Faye apartó el cabello de Yoko que cubría su rostro. La cogió de la barbilla y la besó. Ella sonrió.
—Te amo. — murmuró Malisorn sobre sus labios.
Yoko abrió la boca para decirle un "Y yo a ti", pero antes que pudiera decirlo, alguien entro a la habitación de repente. Una maldición.
—¿Qué mierda?
Las dos voltearon a ver quién había sido la intrusa que se metió en la habitación. Faye abrió los ojos completamente y sintió a Yoko tensarse en sus brazos. Lo único que sabían, era que habían sido descubiertas por Freen.
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Una Tía Sucia [FayeYoko G!P]
FanfictionElla era extremadamente joven y Faye una cretina por posar sus ojos en ella. Luego de que la madre de Yoko Apasra junto con su madrastra hubieran decidido tomar unas vacaciones y que la dejaran a cargo de su tía, que por cierto venía con sorpresa in...