Capitulo uno.

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Yoko chilló cuando Faye tocó uno de sus pechos.

—Por favor tía Faye — pidió con un hilo de voz. Quería llorar —Basta, por favor, esto está mal...

—Lo lamento, pero ya no.... Ya no puedo detenerme.

Y la besó, con necesidad... Necesidad de querer sentirla suya. Yoko intentó apartarse una vez más, renegando y no correpondiéndole el beso. pero la mayor tenía más fuerza y la tomó de más mejillas forcejeando e intentando Mayer su lengua entre sus dientes para explorar cada centímetro de su sabrosa boca. Yoko la empujó, esta vez con más fuerza y le dió una bofetada haciendo que la cara de Faye se volteara y cayera la puso.

Corrió pero la mayor la tomó por el tobillo haciendo que se tropezara y cayera junto a ella, golpeándose fuertemente el pecho. Yoko jadeó en busca de aire. Faye se acercó a la menor tomándola de sus muñecas, para asegurarse de que no intentara escaparse de nuevo.

—No vuelvas a hacer eso o tendré que castigarte — hizo una pausa y luego dió una sonrisa —Otra vez...

—¡Suéltame!

—Mmh... como me pones cuando te cabreas — gruñó.

Yoko gimió cuando Faye se colocó encima de ella, aplastando sus pechos con el duro y frio suelo.

—Eso es, justo así Yoko... Me encanta cuando gimes, y aún más si es mi nombre.

Yoko abrió los ojos a tope, pero se sorprendió aún más cuando sintió que su pene respondía a sus palabras. Palpitaba.

—Faye... —Gimió

Faye jadeó. Dios, cómo le gustaba oír su nombre desde sus labios. Era como si no tuviesen una relación de tía a sobrina, y eso la excitaba aún más. Estaba empalmada, empalmadísima y muy caliente. Su sobrina la ponía a cien.

—No, tía Faye, detente —  suplicó cuando sintió las manos calientes de la mayor correrle por los muslos hasta llegar a su trasero. . Sentía temor, Dios ¡Era su tía! No tendría sexo con ella... ¿O sí? —Mamá Freen y mamá Becky se enterarán, y luego.... —cortó la frase imaginándose lo peor. ¿Que pasaría si su mamá Freen se llegaba a enterar que tuvo sexo con Faye? Probablemente las mataría a las dos.

—Shh, tranquila, ellos están a cientos de kilómetros, no tienes de qué preocuparte, —murmuró con su voz áspera y ronca —Esto se  queda entre nosotras dos... De tía a sobrina.

Una Tía Sucia [FayeYoko G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora