Capítulo 3

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BLAKGELUS

—Aún no puedo creer que nuestros padres no hayan querido venir con nosotros a recorrer la ciudad —comento mientras camino por la calle cruzado de brazos con Alucard a mi izquierda.

—Deberías de comprenderlos, quieren un rato para estar solos, han estado demasiado ocupados estos últimos meses que se lo merecen —me responde.

—Tú siempre tan comprensivo.

—Y tú siempre de inmaduro.

Ruedo los ojos.

Bucarest es definitivamente una de las ciudad más hermosas en más que he estado, he visitado Londres pero sin duda Bucarest me agrada mucho más.

—¿Y a dónde quieres ir primero niño? —me cuestiona mi hermano mayor.

—Ya dije que quiero ir Monasterio Stavropoleos, dicen que cuándo es hora de canto la sensación que emana de ahí parece casi celestial. Quiero comprobar si eso es verdad —respondo.

Seguimos caminando unos minutos más hasta que por fin llegamos a la primera parada de nuestro pequeño tour por la ciudad.

El Ministerio Stavropoleos.

Es tal cómo internet me lo había mostrado

Es un sitio demasiado antiguo del año de 1724, apesar de que es un lugar muy pequeño se respira demasiada paz y tranquilidad.

El patio interno es también pequeño pero si aspecto rústico lo hace lucir verdaderamente bien.

—Al parecer hoy no hay turistas, somos los únicos —comenta mi hermano.

—Eso me gusta más —respondo.

Desvió la mirada hacia una de las paredes y después camino hasta llegar a ella.

—Mira, está debe de ser una las paredes que sobrevivieron.

—¿Sobrevivieron? —Alucard se me acerca.

—Si, según lo que leí hace mucho tiempo atrás hubo un terremoto que daño gravemente el lugar, lo tuvieron que reconstruir después de ese suceso. Está debe de ser una de las paredes de la construcción original ya que tiene una grieta.

—Vaya... realmente me sorprendes.

Volteo hacia el rubio.

—¿Por qué?

—Por que jamás pensé que te convertirías en un amante de la historia, siempre pensé que serías un rebelde.

—Bueno... aún estoy a tiempo de cambiar ¿No?

Mi hermano se ríe.

—Hay que tomar unas fotografías y después hay que ir...

Mis oídos comienzan a captar unos gruñidos, están por todos lados.

—Alucard...

—Si, ya lo escuché —dice serio.

De entre los pasillos salen unos hombres vestidos de negro, todos con cara de pocos amigos.

—Vampiros —digo.

—¿Quiénes son ustedes? —les pregunta mi hermano mayor aún con un tono de voz muy serio.

Nadie de los recién llegado responde nada.

—¿Lo sientes? —miro a mi hermano.

—Si —él asiente —. No vienen con ganas de charlar.

Todos los inmortales gruñen y comienzan lentamente a acercarse a nosotros dos.

—¿Aún recuerdas las prácticas de combate qué tuvimos en casa?

Príncipe Vampiro: Resurrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora