Capítulo 19

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SILAS

Toda la familia se encuentra en estos momentos en el comedor del palacio.

Todos excepto Vladimir y yo.

Estamos en el techo del palacio observando el cielo estrellado cómo lo hacíamos cuándo éramos pequeños. Claro que con la pequeña diferencia que en esos ayeres nos acompañaban unas galletas hechas por mi madre y ahora una botella de vino.

—Así que la tía Valeska resulto una traidora —comenta mi hermano mientras sirve un poco de vino en su copa para luego dejar la botella junto a él.

—Y una hija de perra —digo.

—Si que estaba loca, mira que revivir a un peligroso cazador de vampiros nada más para eliminarte.

—Ella obtuvo lo que merecía.

—Pero... no todo fue malo —me dice.

Volteo hacia él.

—Tienes una familia —responde él —. Tienes a Veronica, ella es una buena mujer.

—Ella es... lo mejor que me pudo haber pasado.

—Eres realmente afortunado hermano, tienes una vida perfecta. Tienes una esposa que te ama y tienes dos hijos.

—Tú también puedes tenerla Vladimir, puedes encontrar también a alguien con quién tener una familia —le digo —. Puedes enamorarte, tener hijos. A madre le dará mucho gusto tener más nietos, cuándo se enteró que Alaric y Sebastián pensaban adoptar le dio mucho gusto ahora imagina lo feliz que se pondrá contigo.

—Honestamente...—ríe —. No me veo siendo padre, sería un desastre.

—Yo decía lo mismo y mira cómo termine. Lo harás bien hermano, te lo aseguro.

—Gracias Silas.

—De nada.

—Es bueno estar en casa después de mucho tiempo, extrañaba esté lugar —mi hermano le da un sorbo a su trago —. La paz que da... es lo que necesitaba.

—No debió de haber sido fácil estar encerrado por todos esos años.

—No lo fue, fue una tortura. Pero gracias a tu hijo eso se terminó, realmente estoy agradecido con él por haberme sacado de ese infierno.

—Y yo estoy agradecido contigo por haber cuidado de Blakgelus en mi lugar.

—Es un buen chico, no fue nada —me responde el inmortal —. La orden del dragón los estaba siguiendo, no podía dejarlo solo sabiendo que era mi sobrino.

—Un momento... ¿Dijiste la orden del dragón?

—Si, así es cómo Percival y Blakgelus me dijeron que se llamaba el grupo de sobrenaturales que los estaba queriendo atrapar ¿Por qué?

—Por que ese nombre ya lo había escuchado antes.

—¿De verdad? ¿En dónde?

—Hace siglos ¿Recuerdas qué te dije qué soy la reencarnación de Vlad?

Vladimir asiente.

—Bueno... cuándo era nuestro ancestro, Vlad el dragón formo un grupo de vampiros muy poderosos para conquistar mas territorio. A ese grupo le dio el nombre de la orden del dragón.

—¿Crees qué la orden del dragón qué estaba persiguiendo a Percival y a mi sobrino sea la misma que el Dragón formó hace siglos?

—No sé si sea la misma, acabo de decir que aquel grupo era un grupo de vampiros. Nunca escuché nada acerca de brujas y demás sobrenaturales dentro de ella.

—Es entonces... ¿Una coincidencia?

—Puede ser, pero me preocupa.

—¿Qué vuelvan por tu hijo?

—Si —asiento con la cabeza —. Blakgelus dijo que lo querían usar para un ritual, es importante para esa tal Morgana.

—No te preocupes, Blakgelus estará bien cuidado. Nos tiene a todos nosotros para ello. Lo seguiré protegiendo, así que no te preocupes hermano.

—Gracias, pero Blakgelus no es el único que necesita protección. Percival también la necesita, para él será sumamente complicado adaptarse a está vida en Bran, lo que pasó no fue fácil. Perdió a su familia por culpa de esos locos de la orden, necesitará ayuda —le digo a mi hermano —.¿Por qué no se la das? Sé su guardián.

—¿Su guardián?

—Te necesita.

Vladimir sonríe y después solo asiente con la cabeza sin decir nada.

Percival se me hizo un buen chico, tal vez a Vladimir le ayude el convivir con él. Ambos pueden ser de mucha ayuda para el otro, de eso estoy completamente seguro.


Príncipe Vampiro: Resurrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora