Príncipe Vampiro: Resurrección

Capítulo 6

BLAKGELUS

Abro lentamente mis ojos, todo me da vueltas.

Me siento demasiado aturdido.

—¿Qué demonios...?

Mi campo de visión se aclara.

Me encuentro en el asiento trasero de una camioneta, vamos en la carretera y a mi alrededor se encuentran sentados dos hombres de negro.

Delante en el asiento del copiloto se encuentra la misma mujer del monasterio.

—¿Dónde estoy?

Llamo la atención de la mujer.

—Oh querido, has despertado. Me alegro, pensé que se me había pasado la mano.

—¿A dónde me llevan? ¿Dónde está mi hermano?

—No te preocupes, no lo mate si es lo que te preocupa —responde la mujer —. Y en cuánto a tu otra pregunta, vamos en camino a qué cumplas con tu misión.

—¿De qué misión está hablando? Déjeme ir inmediatamente.

—Lo siento cariño, pero no puedo hacerlo.

—No sabe con quién se está metiendo.

—Lo sé, con el gran dhampire. Tú eres un híbrido sumamente poderoso, más que el original. Es por eso que te quiero a ti, eres el elegido.

—¿Elegido? ¿Elegido para qué?

—Ya lo verás, falta poco para que lleguemos —la bruja vuelve a poner su atención en el camino —. Disfruta del viaje Blakgelus Tepes.

—Si... no lo creo —digo.

Uso mi velocidad sobrenatural para golpear a los dos hombres que se encuentran a mis lados.

—Déjenme mostrarles un gran truco.

Mi cuerpo se envuelve en una luz muy brillante, tomo la forma de un dragón y termino rompiendo en pedazos la camioneta.

Mis grandes patas pisan el concreto de la carretera y de mi hocico sale un gran y poderoso rugido que hace que las aves que se encontraban en los árboles salieran volando de ahí muy asustados.

Una nube negra aparece delante de mi y de ella emerge la bruja.

—Eres un niño sumamente molesto —dice.

Forma una bola de fuego en su mano derecha.

Me la lanza y con mi ala derecha me cubro.

Rápidamente golpeo a la bruja con mi cola y está sale volando para luego terminar en el suelo sin conocimiento.

Mi cuerpo de dragón desaparece y regreso a mi forma normal.

—Ay demonios...

Aún me falta entrenamiento, sigo sin poder mantener la forma de dragón por más tiempo.

Sin esperar nada uso mi velocidad sobrenatural y me adentro en el bosque.

Corro entre los diversos árboles hasta alejarme demasiado del lugar en dónde está aquella bruja.

Ahora me encuentro en un campo abierto, no hay nada más que maleza muerta a mi alrededor.

¿Dónde demonios me encuentro? No reconozco esto.

¿Aún estaré cerca de Bucarest?

Estoy a cinco segundos de volverme completamente loco, necesito volver.

Pero no sé por dónde ir.

—Mi teléfono...—meto mis manos rápidamente en mis bolsillos —. Oh no...