Príncipe Vampiro: Resurrección

Capítulo 23

SILAS

—Déjame procesar todo poco a poco —dice mi hermana Elizabetta —. Vlad el Dragón... ¿Volverá al mundo? ¿Y el qué te advirtió fue tu anterior vida?

—Si, así es —respondo.

He decidido reunir a todos mis hermanos en el castillo de Bran, ellos tienen que estar enterados de lo que está por pasar.

—Él murió hace más de un siglo —comenta Alaric —.¿Cómo es qué puede volver?

—No lo sé, no me lo dijo mi yo anterior.

—Van Helsing fue revivido por que Valeska unió todos los huesos del cadáver y después uso el poder de Blakgelus —habla mi hermana Katherine —.¿Vlad el Dragón volverá de la misma forma?

—Es una posibilidad —contesto —. Vlad dijo que el Dragón estaba detrás de Blakgelus, dijo que si él lo conseguía todo estaría perdido.

Elizabetta lleva su mirada hacia mi gemelo el cuál está demasiado callado y solo está observando el exterior por la ventana del estudio.

—¿Tú qué piensas Vladimir? —le pregunta —. Has estado demasiado callado.

Mi hermano voltea hacia acá.

—¿Qué te pasa? —le pregunta Alaric.

—Pasa que no puedo evitar relacionar todo esto con la bruja y la Orden del Dragón —responde —. Pienso que todo está dirigido hacia la misma dirección.

—¿Qué quieres decir? —pregunto sin entender.

—Piensen un poco... Morgana estaba secuestrando seres sobrenaturales para un extraño ritual del que no se sabe —dice —. Después va contra Blakgelus y se vuelve lo más importante para ella. Ahora pasa esto del regreso del malvado vampiro y también Blakgelus se vuelve el objetivo más importante.

—¿Crees qué esa bruja pueda estar queriendo traer al Dragón de nuevo a la vida? —le pregunto.

—Claro —responde mi hermano —. Además no debemos de olvidar que la Orden del Dragón fue una organización creada por el mismo Vlad.

—Pero no sabemos si ese trata de la misma Orden —le dice mi hermano Alaric a Vladimir —. Bien pueden ser una bola de locos fanáticos.

La puerta del estudio se abre y mi padre se hace presente.

—Lamento decir que te estás equivocando Alaric —le dice.

—¿Qué? ¿Por qué? —lo mira.

—Envié a los paladines del consejo a la ubicación del castillo de la Orden en Valaquia.

—¿Cómo encontraron el castillo? —le pregunta Vladimir.

—Percival nos la dijo, necesitábamos ver si no representaban ningún peligro para el mundo sobrenatural así que envíe a unos vampiros.

—¿Y qué encontraron? —le pregunto a mi padre.

—La Orden del Dragón que estaba siguiendo a mi nieto y a Percival es la misma que hace siglos Vlad el Dragón creó para conquistar demasiado territorio.

—¿Estás completamente seguro de qué es la misma papá? 

—Si Silas —desvía su mirada hacia mi —. Estoy seguro solo que... ahora tiene una nueva líder.

—Morgana.

Padre asiente.

—Entonces la teoría de Vladimir es correcta, todo está relacionado —dice Katherine.

—Lastimosamente así es hija.

Cruzo los brazos.

—Si es la misma Orden... ahora se ha vuelto más peligrosa de lo que era hace más de mil años —comento —. Cuentan con miembros de otras especies sobrenaturales.

—Estuvimos vigilando el castillo, tienen atrapados a muchos sobrenaturales.

—¿Qué vamos a hacer? —pregunta mi hermana pelirroja.

—Cómo ahora sabemos su objetivo es Blakgelus, entonces es más que obvio que volverán por él —comenta padre —. Entonces debemos de protegerlo ¿Dónde está ahora?

—En la escuela, quede de ir por el dentro de una hora —contesto.

—Lo mejor será que falte unos días a clases, es mejor que se mantenga en un lugar en dónde cada uno de nosotros podamos cuidar de el.

Asiento con la cabeza.

—¿Y con la Orden? —pregunta mi gemelo —.¿Qué vamos a hacer con ellos? Percival también corre peligro con esos locos sueltos.

—Él te tiene a ti —padre mira al inmortal —. Eres fuerte, podrás cuidarlo.

—Yo... no sé si pueda. Mi ansía de sangre aún es...

—Te ayudaré a controlarte —me le acerco —. No te preocupes.

—Gracias —me dice.

—Con respecto a la Orden el consejo de vampiros quiere iniciar un ataque en contra del castillo.

—Eso es una tontería —le digo —. No sabemos cuánta fuerza tiene ahora con todos esos sobrenaturales de su lado, sería ir directamente a una masacre.

—Estoy de acuerdo contigo hijo, trataré de hacer que el consejo cambié de opinión aún que será complicado, ya saben cómo son.

—Diles que nosotros nos haremos cargo de la Orden, que ellos no se preocupen por nada.

—¿Estás seguro?

—Si, esos malditos fueron tras mi hijo. Tienen que pagar por ello, yo tengo que hacerlos pagar. Así que diles eso al consejo por favor padre.

—Bien —él asiente con la cabeza —. Entonces partiré de inmediato.

Padre se despide de todos y después se va del estudio.

—Justo cuándo pensé que tendríamos tranquilidad después de la desaparición de mi sobrino —comenta Alaric —. Bien... ¿Quién está listo para matar a esos hijos de perra?

Vlad no volverá, no destruirá todo nuevamente. 

Se quedará en el infierno, de eso me encargo yo.