VERONICA
Tengo en mis manos una de las chaquetas de Blakgelus, Alucard y Silas se encuentran frente a mi esperando a que comience el hechizo.
Realmente espero poder hacerlo, jamás pensé que algún día tendría que hacer un hechizo cómo esté y mucho menos pensé que para encontrar a mi hijo.
Me concentro lo más que puedo, cierro mis ojos y comienzo a recitar las palabras del hechizo.
Repito dos veces más las mismas palabras y comienzo a recibir unas imágenes, en ellas empiezo a ver las diferentes calles de la ciudad y después las imágenes cambian a una carrera rodeada de árboles.
Digo una vez más las palabras, me acerco un poco en las imágenes de la carretera hasta encontrarme con una camioneta negra cerrada.
—Creo que... lo te...
Una gran presión en mi cabeza comienza, me hace gritar de dolor, abro mis ojos, mis piernas comienzan a temblar, Silas se me acerca rápidamente y me sostiene con fuerza.
—¿Qué fue lo qué pasó? —me pregunta —.¿Estás bien linda?
—No sé que fue lo que pasó —respondo —. El hechizo estaba saliendo bien, estaba comenzando a ver cosas pero de la nada me dolió la cabeza.
—Veronica, tu nariz.
Llevo mi mano izquierda hacia ella, paso mi mano por encima de mi nariz y después veo mis dedos manchados con sangre.
—¿Qué es esto?
—Te bloquearon —dice Alucard.
—¿La bloquearon? —Silas suena confundido.
—La tía Mirena me había contado que los hechizos de localización pueden ser bloqueados. Estás pueden ser las consecuencias de un hechizo de localización bloqueado —responde.
—¿Crees qué esa bruja pudo haberlo hecho?
—Es lo más obvio mamá.
—Si no podemos encontrarlo con un hechizo de localización ¿Qué vamos a hacer?
—Lo primero es que te sientes —dice Silas.
Él con cuidado me lleva hacia uno de los sofas y me hace tomar asiento.
—Sin un hechizo no podremos encontrar a Blakgelus —digo —. El pobre debe de estar muy asustado, esa bruja puede hacerle daño.
—Habrá que regresar a Brasov —habla el rey de los vampiros de Transilvania —. Pondré a todos los vampiros a buscarlo por toda Transilvania.
—¿Y si esa bruja saca a nuestro hijo de Transilvania? ¿Y si lo lleva lejos y nunca más lo volvemos a ver?
Silas se me acerca, se sienta a mi lado y después toma mi mano izquierda.
—No pienses de esa manera tan negativa amor, te prometo que vamos a encontrar a Blakgelus. No voy a descansar hasta devolverte a nuestro hijo, te lo prometo.
—Jamás pensé que volvería a pasar por esté sentimiento tan horrible, de no saber en dónde demonios está mi hijo —digo mientras un nudo se forma en mi garganta —. Se siente horrible.
—Mamá...—Alucard se arrodilla frente a mi —. Perdóname, sé que debí de haber sido más fuerte para protegerlo. Me debes de estar odiando en estos momentos por no haber sabido cuidar bien de Blakgelus.
—Alucard...—llevo mi mano izquierda hacia su mejilla y después la comienzo a acariciar —. No te odio, no vuelvas a decir eso jamás. Hiciste lo que estuvo en tus manos para protegerlo, de eso estoy completamente segura cariño. Esa bruja era más fuerte y tú no podías hacer absolutamente nada, tuviste suerte en que no te matara. Blakgelus y tú son lo más importante en la vida de Silas y la mía. Si los perdiéramos no sabríamos que hacer, así que por favor Alucard no te culpes. No hiciste nada malo.
—Pero mi hermano...
—Lo vamos a encontrar Alucard —le dice su padre —. Y vamos a hacer que esa bruja pague por lo que ha hecho.
El dhampire asiente con la cabeza sin responder nada.
—Hay que irnos ya —el rey se pone de pie —. Entre más rápido lleguemos a casa más rápido podremos enviar a los vampiros en busca de Blakgelus.
—Si —me pongo de pie también al igual que mi hijo mayor.
Realmente espero que mi pequeño Blakgelus esté bien, ojalá que esa maldita bruja no le haga daño.
Que no se atreva a tocar uno solo de sus cabellos por que si lo hace, si se atreve a tocar a mi hijo yo misma le arrancaré el corazón cuándo me encuentre con ella.
No tendré piedad de esa maldita bruja.
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Príncipe Vampiro: Resurrección
FantasyTodo ha sido paz y tranquilidad desdé la derrota del legendario cazador de vampiros Abram Van Helsing. La vida de algunos ha cambiado para mejor y una era prospera se ve en el horizonte, sin embargo la oscuridad vuelve una vez más para intentar arr...