Elowin
Lo logré. Realmente lo logré.
Solté una risa nerviosa y grité emocionada detrás del volante. Eso fue todo lo que pude expresar en ese momento especifico.
Pero mi verdadera celebración tendría que esperar.
Tal vez había escapado de la boca del león, pero aún no había salido del bosque.
Con ese pensamiento en mente, me encontré conduciendo a toda velocidad por la autopista.
No paré, ni para comer, ni para dormir. Cuando sentía que el sueño intentaba seducirme, subía el volumen a la radio, lo cual me mantenía despierta, escuchando música a todo volumen hasta el amanecer.
No fue hasta que estuve segura de que había cruzado a otro estado que me detuve para hacer pis y comer. Después de descansar, simplemente sentada en el auto durante unas horas, volví a la carretera. No tenía un destino real en mente, pero simplemente sabía que tenía que seguir conduciendo.
Finalmente entré a un pueblo llamado Meath.
Mientras conducía por allí, sonreí al pintoresco pueblo. Parecía tranquilo, a unas cuantas millas de la bulliciosa ciudad.
Un letrero de "se alquila" fue lo que me hizo desviarme de la carretera en la que estaba. Seguí el letrero hasta una hermosa casa de una sola planta. Con césped bien cuidado y flores coloridas en todo el patio y contra las paredes exteriores de la casa. Justo cuando estaba estacionando en el camino de la entrada, un hombre mayor con cabello sal y pimienta y ojos verdes avellana, y un chico más joven, con el pelo corto y castaño y unos cálidos ojos turquesa, salieron disparados por la puerta principal
-¿En qué puedo ayudarte? -preguntó el hombre mayor con un ligero acento.
-Uh, sí, vi el letrero y me preguntaba si podía ver la casa. -declaré mientras cerraba la puerta de mi auto y me acercaa cuidadosamente al hombre.
-Oh, por supuesto. Soy Lorenzo y este es mi hijo Diogo. -dijo el hombre mientras me saludaba con un firme apretón de manos, seguido por Diogo, que también me estrechó la mano con un sonrisa.
Les devolví la sonrisa mientras me guiaban hacia la casa.
Una escalera de tres peldaños conducía a la puerta delantera de color marrón, con diseños y una ventana de cristal.
Cuando entré, nos encontramos en un pasillo que conducía a una puerta a cada lado. a la derecha estaba la sala de estar y a la izquierda estaba el comedor.
Ambas tenían grandes ventanas que iluminaban el interior blanco. La sala de estar llevaba a un baño de visitas, seguido de la lavandería y la despensa, y el armario de escoba. El comedor estaba conectado con el bar y la cocina, y recto hacia abajo, los pasillos principales conducían a dos habitaciones. El principal y una de invitados, ambos con sus propios baños. Luego, el pasillo continuaba un poco más hasta una puerta que llevaba a un hermoso patio cerrado.
Estaba un poco abrumada. Esta casa podría estar fuera de mi alcance. Había ahorrado todo el dinero que Lucca me pagó, y podría cubrir unos seis meses de alquiler, pero después iba a necesitar un trabajo serio que me ayudara.
-¿Cuánto es al mes? -pregunté con cautela.
-Bueno, para el primer y último mes, el deposito es de $1500, luego cada mes el alquiler es de $450, los servicios y la electricidad corren por tu cuenta. Hay aire acondicionado central, tienes las comodidades de una sala de lavandería y un jacuzzi en tu baño. También tienes espacio en el garaje, las habitaciones y la sala de estar tienen alfombras, los pisos del comedor y la cocina son de cerámica. -explico Lorenzo mientras continuábamos recorriendo la casa.
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La Mujer de la Bestia
RomanceTrabajar como camarera en Limerick no era precisamente el sueño dorado de Elowin; siempre anhelaba una nueva oportunidad, una aventura que cambiara su vida. Y como bien dicen, ten cuidado con lo que deseas. Todo cambió en un instante cuando Elowin...