**Narrador**
-Orden para la mesa 3.
-Buenas tardes, mi nombre es Ania y seré su camarera esta tarde.
-Orden para recoger 319.
-Se necesita camarera en la mesa 5.
-Orden para la mesa 7.
Eso fue solo un adelanto de la hora pico en The Buttery, uno de los restaurantes más populares de Limerick.
Dado que era vacaciones de verano, el lugar estaba lleno de familias y adolescentes que buscaban algo rápido para comer. Trabajar largos turnos en The Buttery, no parecía largo en absoluto en verano. Estar de pie desde el momento en que entras por esa puerta hasta que es hora de salir. Mantiene un grupo bastante estable de cliente de clase baja y media, y de vez en cuando, una celebridad aparecería, pero nada demasiado importante.
Siempre era la misma rutina de nueve a cinco.
Elowin
-Hey Gerry, ¿Cómo está el viejo en ti hoy?-salude a unos de nuestros veteranos con una sonrisa.
-Lo mismo de siempre, Winnie. -se río.
Winnie es mi apodo, desde que tengo uso de razón los más cercanos me dicen así.
-Déjame adivinar, ¿quieres lo de siempre?-respondí con una ligera sonrisa.
-Ni siquiera tenías que preguntar. -respondió, luego con una última sonrisa, me di la vuelta para tomar su orden.
Estaba de pie en la caja registradora cuando cinco caballeros entran en el restaurante y todo se volvió silencioso.
Will, nuestro gerente, notó el cambio en el ambiente y levantó la vista desde su posición detrás del mostrador para ver qué estaba pasando.
Los caballeros caminaron directamente hacia una mesa, la más alejada de la multitud, y se sentaron sin decir una palabra.
Will carraspeó y señaló que todos volvieran a trabajar.
Miré a los caballeros y mis ojos se encontraron instantáneamente con dos pares de ojos azules oscuros, y en el momento en que nuestros ojos se encontraron, aparté la mirada.
Tomé la orden de Gerry, justo cuando Will se acercaba a los caballeros.
Mientras me movía por el restaurante, limpiando mesas y tomando pedidos, los hombres solo pedían bebidas, hablaban en voz baja entre ellos por un tiempo, luego se levantaron y se fueron, dejando un billete de cien dólares para cubrir sus gastos.
En el momento en que salieron por la puerta, el aura animada regresó, y en poco tiempo, esos extraños caballeros fueron olvidados.
El tiempo voló y finalmente, Ania y yo estábamos saliendo de Buttery.
-Oye, los chicos y yo vamos a tomar unas copas, ¿quieres unirte? -ofreció Ania.
Sonreí, pero amablemente decliné. -No, gracias, estoy bien.
-Oh, vamos Winnie, eventualmente tendrás que salir de tu caparazón y socializar con otras personas. -gruñó Ania.
-Sí socializo con otras personas. -me defendía rápidamente.
-Está bien, decir líneas ensayadas a los clientes todos los días no es socializar, ni gritar a los personajes en tu pantalla de televisión. En serio, Winnie, eres una chica hermosa. Sabes, Duyk está enamorado de ti, pero cada vez que intenta hablar contigo huyes. Debes de dejar de ser tan tímida y extraña. -habló Ania.
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La Mujer de la Bestia
RomansaTrabajar como camarera en Limerick no era precisamente el sueño dorado de Elowin; siempre anhelaba una nueva oportunidad, una aventura que cambiara su vida. Y como bien dicen, ten cuidado con lo que deseas. Todo cambió en un instante cuando Elowin...