Lucca
Me despertó el sonido de mi teléfono sonando.
Cuando miré la pantalla, apareció el nombre de Elle, pero dudé en contestar.
Cuando siguió sonando, decidí contestarlo.
-¿Elle?
-Ayuda. -susurró, con la voz débil y entrecortada.
-¿Qué? Elle, no puedo oírte. -dije sentándome, ligeramente en alerta.
-Ayúdame. -sollozó.
-¿Qué está pasando, Elle? -pregunté preocupado, cuando de repente hubo una fuerte explosión acompañado por el grito de Elle.
-¿Elle? ¡Elle! -grité, sin estar muy seguro de lo que estaba sucediendo.
Un sonido que parecía una bofetada resonó a través del teléfono, seguido por la voz de Elle mientras gritada agudamente de dolor, mientras escuchaba sonidos de lucha.
-¡Elle! -grité poniéndome de pie, bajando las escaleras, pero lo siguiente que escuché me paralizó en medio del paso.
-Hola, Lucca. -su voz escalofriante sola me hizo ver rojo.
-Evert. -murmuré entre dientes.
-Un luchador bastante bueno, ¿no es así? -murmuré, mientras escuchaba a Elle jadear agudamente.
Le hicieron daño.
-Evert, te juro que si pones tus manos en...
-¿Qué? ¿Me dispararás? Ya hemos pasado por este camino antes, ¿no es así Elle? -dijo interrumpiéndome.
De repente, mi teléfono emitió un pitido y noté que era una videollamada de Elle.
Aunque mi corazón se desgarraba al ver a Elle en esa situación, tenía que ayudarla.
Acepté y lo que vi hizo que mi corazón se detuviera.
-Elle... -susurré, mientras observaba la sangre y las lágrimas que corrían por sus mejillas rojas y golpeadas.
Sus ojos hinchados miraron el destello de la cámara, podía decir que estaba sufriendo.
De repente, una mano agarró su cabello y su cabeza fue jaloneada hacia atrás bruscamente. Ella sollozó y cerró los ojos, mientras la figura parada detrás de ella finalmente mostraba su cara.
Era Diogo.
-Hey, idiota, ¿te acuerdas de mí? -me saludó, luego tomó a Elle y le plantó un beso en los labios.
Ella se apartó, como esperaba que hiciera, pero luego Diogo, angustiado, le dio una violenta bofetada en la cara.
Ella sollozó y mi sangre hervía.
-¿Lucca? ¿Qué está pasando? -dijo la voz de Nathaly detrás de mí, pero antes de que pudiera esconder el teléfono de ella, su sorprendido jadeo me dijo que ya había visto todo.
-Oh Dios mío, Elle. -dijo colocando su mano sobre su boca.
-¿Lucca? -me miró, sus ojos ya brillando con lágrimas.
-Lo sé. -la tranquilicé, mientras ponía mi mano en su hombro, luego dije. -Cierra la puerta, despierta a Gill, no salgas de este lugar ni le abras la puerta a nadie. No hagas nada hasta que escuches de mí. -le expliqué, luego antes de cualquier otra cosa, salí de la mansión.
-¿Dónde estás y qué quieres? -cuestioné a Evert.
-Encuéntranos en el almacén. Ven solo, imbécil. Si siquiera siento que el águila calva está contigo, una bala y tu querida Elle ya no estará más. -dijo y ya estaba en camino.
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La Mujer de la Bestia
RomanceTrabajar como camarera en Limerick no era precisamente el sueño dorado de Elowin; siempre anhelaba una nueva oportunidad, una aventura que cambiara su vida. Y como bien dicen, ten cuidado con lo que deseas. Todo cambió en un instante cuando Elowin...