𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔. [𝕿𝖔𝖒𝖔 𝖀𝖓𝖔]

✧Episodio 07✧

Ángel jadeo contra su mano tratando de ahogar su voz, se encontraban en el carruaje ocultando de todos lo que sucedía dentro. Poco después de que Félix lo besara lo llevo al carruaje, donde comenzó a besarlo de nuevo y atacar su cuello dejándole algunas marcas de mordiscos.

—Félix…—Gimió bajo apartando su cabeza para darle más acceso a su cuello.

—Tranquilo aún no es tiempo.—Susurra a su oído metiendo su mano en sus ropas acariciando su cuerpo.

El doncel gimió más fuerte cuando sus pezones fueron estimulados con algo de dureza. No podía evitar reír levemente por la forma torpe que Félix trataba de controlar su fuerza. Realmente le creería que solo serían unas caricias si un bulto duro no se rozará constantemente contra su pierna.

Un corto grito se le escapó cuando fue girado repentinamente. Apoyando sus codos en el asiento giro la cabeza para ver que planeaba el hombre bestia. Cuando una fuerte nalgada resonó, Ángel jadeo con los ojos cristalizados por el dolor mientras otras nalgadas resonaron.

—¿Seguirás burlándote cariño?.—Pregunto burlón mientras le daba unas palmaditas sin fuerza.

—N-o lo siento…—Responde respirando pesadamente.

—Buen niño.—Con una sonrisa burlona lo carga sentándolo sobre él para abrirle la camisa y enterrar su cabeza allí, causando que el doncel gimiera cuando mordisqueó y chupo sus pezones.

Ángel se tapó rápidamente la boca cuando escucho a algunas personas pasar cerca del carruaje, seguramente dirigiéndose al festival. Félix sonrió observando al tembloroso doncel sobre él, planeando que hacer a continuación. Decidiendo dar el siguiente paso metió su mano dentro de los ajustados pantalones de su ahora pareja, sorprendiéndola.

—¡¿Qué haces?!.—Alarmado trata de detenerlo cuando su espalda se arqueo por la placentera sensación que le dio el dedo de su pareja cuando presionó su entrada.

—Has silencio bebé, ¿O acaso quieres que nos descubran teniendo intimidad en un carruaje en pleno festival?.—Lo regañó con una sonrisa antes de adentrar con cuidado su dedo y moviéndolo con suavidad, deleitándose con las muecas que Ángel hacia.

—Se siente raro…—Gimió mordiéndose el labio tratando de callar sus sonidos.

—¿Raro malo o raro bueno?.—Murmuro contra su cuello apartando con su mano libre las nalgas del doncel para adentra con mayor facilidad los dos dedos restantes que antes había lubricado con su saliva.

—¡Bueno!.—Grito el doncel con los ojos cristalizados, antes tenía una leve idea de porque Félix había lamido sus dedos pero no esperaba que los metiera así de rápido y sin previo aviso.

—Esto molesta…—Gruñó Félix terminándole de quitar los pantalones y la camisa al doncel dejándolo completamente desnudo sin dejar de mover sus dedos para dilatar lo suficiente su entrada.

—N-o es jus-to…—Dice entre gemidos Ángel con el ceño fruncido mientras lo abrazaba por el cuello y abría un poco más las piernas sintiendo los dedos dentro suyo aún más profundo.

—¿Qué cosa?.—Pregunta moviendo más rápido los dedos buscando un punto en específico.

—Que yo ¡Aaah! Este des-nudo y tú n-o.—Tembloroso mueve sus caderas frotando su adolorido miembro contra el estómago de su pareja, sintiendo que se correría en cualquier momento.

—Eso es verdad…—Con una sonrisa saca los dedos dentro del doncel recibiendo un quejido de protesta.

Ángel fue apartado a un lado mientras que Félix se comenzaba a desvestir, calentando a un más al doncel. Las vendas ya no estaban y solo quedaban algunos rastros de las heridas que tuvo antes, alegrándolo mucho ya que se aseguró que la medicina fuera la de mejor calidad.