✧Episodio 17✧

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Ángel frunció el ceño haciendo un lindo puchero por la interrupción, que hizo sonreír al leopardo por lo tierno que se veía actuando así. Como ya había sido anunciada la entrada de sus majestades verlos guardias reunieron a los nobles dispersados antes de asegurar las puertas, todo esto asegurando la seguridad de la familia real.

—¡Vida y honra a sus majestades!.—Haciendo una profunda reverencia todos los nobles recitaron al mismo demostrando su lealtad.

El tritón levantó con discreción la mirada, encontrándose con el rey y la reina que sonrientes bajaban las escaleras teniendo justo detrás al príncipe. Al encontrar a Benjamín solitario detrás de sus padres le extraño, antes cuando visitó la mansión le había confesado sin muchos detalles sobre el verdadero tema de la fiesta. ¿Pero donde se encontraba su prometida?.

—Damas y caballeros, esperamos que disfruten del baile. Pueden beber y comer a su antojo hasta la medianoche.—Anuncia el rey dando la señal que la música comenzará a sonar.

Sus majestades atravesaron el salón hasta sus tronos, donde vieron bailar y disfrutar a sus invitados mientras bebían. El príncipe era observado por las jovencitas que trataban de acercarse y socializar, pero eran intersectadas por los caballeros. Causándole gracia a la pareja de prometidos a varios metros de distancia.

En la mansión mientras todos estaban menos alertas, un grupo de personas encapuchadas habían logrado ingresar a la mansión por la puerta de servicio. Los sirvientes no notarían en un buen tiempo la puerta forzada, ya que toda su atención se encontraba en los postres sobre la mesa. Dichos dulces por petición del jóven maestro fueron preparados, según había dicho que hoy era un día importante no solo para la nobleza y merecían celebrarlo ellos también.

La comida era la forma más sencilla y inocente de comprar a alguien. Utilizando esa forma Ángel casi compraba por completo la lealtad y confianza de los sirvientes, logrando así completar sus planes sin contratiempos.

El grupo encapuchado de cinco personas se escabullía evitando a los pocos guardias que se dirigían a la cocina por su postre. Llegaron hasta la entrada del sótano escondido y mientras dos vigilaban desde las sombras los tres restantes bajaron en silencio, tratando incluso de que sus respiraciones no fueran audibles para su víctima o personas externas.

Frente a la puerta de hierro las capuchas fueron retiradas. La llave emitió un destello plateado con la poca luz que brindaba la farola colgada a un costado. Con dicho objeto la cerradura fue abierta acaparando al instante toda la atención de la mujer dentro.

—¡Tú..!. ¡¿Cómo entraste aquí?!.—Al abrirse la puerta y Penélope reconocer a las personas fuera grito asustada dando unos pasos atrás.

—El doncel de tú familia me abrió las puertas.—Responde una voz femenina entrando al cuartucho dejando que la luz revelará su sonrisa falsa.

—Imposible…Ciel nunca le daría la llave que condenaría mi libertad…—Murmura sin aliento comenzando su cuerpo a temblar.

Con un movimiento elegante de su mano ordenó a las personas detrás suyo que sujetarán a la mujer antes que pensara defenderse. De entre sus ropas sacó la carta para mostrársela y dejándola frente a su rostro unos segundos le diera tiempo de leer su contenido. Cada palabra escrita en la hoja hizo enfurecer a Penélope, que con brusquedad en sus movimientos trataba de liberarse.

—¡¿Cómo te atreves?!.—Grito mientras forcejeaba.—¡¿Y tú?!. ¡Estefany me vengarse diez veces más fuerte!.

Estefany sonrió activando su magia quemando la carta en su poder, eliminando así el vínculo entre el doncel y ella dejando solamente cenizas. Su magia era del elemento fuego, uno de los cuatro elementos más fuertes ignorando el elemento de luz y oscuridad.

𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔.  [𝕿𝖔𝖒𝖔 𝖀𝖓𝖔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora