✧Episodio 09✧

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En la noche, los sirvientes regresaban a sus habitaciones después de un agotador día. Algunos se recostaban directamente en la cama descansando unos segundos, otros se metían al baño para una refrescante dicha y unos pocos extrañados veían una botella de vino sobre su cómoda preguntándose quién podría haberla dejado ahí.

Mientras Ángel estaba tomando un relajante baño de espuma, con tranquilidad manteniendo sus ojos cerrados. Aunque estaba preocupando, Félix llevaba el día ignorándolo y no lograba recordar la razón. Suspiró pesadamente abriendo los ojos quedándose analizando el techo balanceando su cola suavemente derramando un poco de la tibia agua. Tenía que hablar con su pareja y aclarar cualquier malentendido rápido, también debería contarle sobre sus habilidades antes de que lo descubriera por su cuenta. Pestaño varias veces para quitarse de sus finas y largas pestañas las gotas de agua cuando escucho la puerta abrirse alarmándolo.

—¿Qué demonios..?.—Exclamo Félix desde la puerta con una expresión de sorpresa plasmada en su rostro.

—¡Félix!.—Alarmado el híbrido se apoyo en la bañera tratando de explicarle entre balbuceos al hombre bestia el porque de su aspecto.

—¡Cuidado!.—Con rapidez gracias a sus entrenados reflejos atrapa al doncel antes de que se golpeara contra el duro suelo.

—Déjame explicarte yo…—Trata de hablarle con los ojos cristalizados por el miedo de que su pareja pensará que era un mentiroso y se alejara, siendo callado por un suave beso.

—Respira hondo y relájate.—Susurro abrazándolo contra su pecho.

Ángel trato de calmar su turbulenta mente y explicarle a Félix lo sucedido. Con todo su cuerpo tenso comenzó a contarle sin omitir detalles su condición, mirando tembloroso la expresión de su pareja tratando de adivinar sus pensamientos. Aunque era imposible adivinarlo por su expresión neutra y ojos fríos.

—¿Cuándo pensabas decirme?.—Interrumpiendo el balbuceo del doncel pregunto con la voz ronca el hombre leopardo.

—Dentro de unos días un poco antes del baile…—Respondió mientras gruesas lágrimas corrían por sus mejillas.

—Entiendo…—Sin intercambiar más palabras Félix dejo suavemente al híbrido de regreso a la bañera.

—¿Félix..?.—Asustado toma apresuradamente su mano cuando se alejó unos pasos.

—Es mucho que digerir Ángel, no todos los días te enteras del gran secreto que oculta tu pareja.—Entrelazando sus dedos se sienta al costado de la bañera mientras procesaba toda la información.

—Lo siento…debí haberte contado antes algo tan importante.

—No, era mejor así o alguien podría usar esta información en contra de tu bienestar.

Un extenso silencio inundó el baño, un silencio tranquilo donde solamente se sentían sus respiraciones y el leve chapoteo del agua cuando la cola del tritón se movía para remojarse. Félix sonrió levemente cuando una grandiosa idea llegó a su mente, sin duda les subiría los ánimos si iban ahí. Levantándose se dirigió al armario por algunas toallas siendo observado por un par de desconcertados ojos esmeralda. Ayudándolo a secarse rápido y vestirse, sacándolo de la habitación con prisas.

—¿A dónde vamos Félix?.—Confundido el doncel seguís a su pareja rumbo al patio trasero, donde se encontraba el establo.

—Te llevaré a un lugar que te encantará.—Responde con simpleza mientras detiene su andar.

Ángel confundido se quedó en su sitio viendo cómo Félix hablaba con el encargado de los caballos en voz baja. La conversación duró unos segundos, finalizando cuando el de ojos celestes le entrego sutilmente una pequeña bolsa al hombre.

𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔.  [𝕿𝖔𝖒𝖔 𝖀𝖓𝖔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora