✧Episodio 29.✧

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Un simple éxito, el ritual como se acostumbraba dio buenos resultados. La estatua se iluminó dando la señal que esperaban. Y con su deber cumplido los monjes permitieron que pasearan por los jardines, orgullosos de presumirle su magnífico templo a alguien de otro reino.

–¿No me vendaras los ojos?.–Agachándose frente a un estanque artificial pregunta.

–No, este lugar no es mi sorpresa.–Responde detrás suyo sin apartar su intensa mirada.

Ángel rasco su espalda baja, ocultando su preocupación debajo de una máscara de admiración del lugar. Cuando sus parientes tritones y sirenas llegaban a la mayoría de edad completando su muda de escamas. Una marca especial ocupaba un lugar en su piel, antes mientras estaba en el baño, busco por los sitios más comunes a aparecer. Saliendo a vestirse con las manos vacías, aunque aún tenía tiempo. En su anterior mundo se llevaban a cabo registros de las marcas, el último caso que escucho fue de una sirena favorecida debido a su belleza. Al finalizar su muda, los pretendientes esperaron ansiosos por ver cuan preciosa y delicada sería, pasaron las horas y nadie salía, cuando la preocupación fue máxima. La sirenita salió nadando alegremente mostrándole a todos su gran marca en casi todo el hombro y parte del pecho. Los sabios llegaron a una única conclusión, mientras más demorará en aparecer el tamaño y los detalles serían aún más magníficos que otras marcas.

Cuando llegaron a su destino sorpresa le pediría que lo acompañará a el baño a revisar. Son mejor dos pares de ojos en la búsqueda de un dibujo en la piel. Aunque, lo más asegurado, terminaría en un estado vergonzoso después de unos minutos. ¿Debería tentar a su prometido a fin de saber cuál era el punto culminante de su control?. Sería muy tentador hacerlo, su cuerpo incluso se estremeció debido a las consecuencias imaginables de sus actos.

–Cariño es hora de continuar.–Levantándolo en brazos sorprende al doncel, abrazando su cuello como apoyo.–Debemos llegar antes del anochecer.

Apoyando la cabeza en su hombro asiente dejándose secuestrar. En la salida los monjes los despidieron con sonrisas y insinuaciones sobre las invitaciones de la boda. Ante su descaro Ángel los vio desde su posición con una ceja alzada. Se plantearía muy seriamente el invitarlos a su día más espacial.

Mientras ellos se dirigían a su siguiente destino, a kilómetros de distancia en el Reino Demonio sus habitantes sentían un grave peligro aproximarse. En la superficie la tranquilidad reinaba, ocultando la verdad en la oscuridad. La tensión en uno de los salones del castillo era palpable. Reunida se encontraba la familia real, discutiendo con discreción los problemas ocultos de los ciudadanos. Los mercenarios, delincuentes y la carroña del reino que vivía lo más tranquila posible bajo el radar de las autoridades comenzaba a reunirse.

Aún eran pocos involucrados, sus movimientos anormales seguían siendo pequeños. Aunque…la alerta roja apareció cuando reclutaron a otros criminales bajo orden de un poderoso desconocido. Se desconocía su paradero, objetivo o siquiera el nivel de su magia. Su única pista era el color morado, ojos morados malvados. Fueron las últimas palabras de uno de los mercenarios capturados, antes de suicidarse colgándose en su celda.

–¡¿Acaso esperaremos que aumente su poder?!.–Reclama el príncipe golpeando la mesa con el puño cerrado.–¡Ataquemos primero y demostramos nuestra fuerza!.

–¡Benjamín cálmate!.–Regaña el rey demandante.–No sabemos a qué nos enfrentamos, un movimiento en falso y muchas personas morirán.

–Ciudadanos inocentes y soldados, vidas que a toda costa debemos proteger como miembros de la familia real.–Apoyando a su esposo habla la reina por primera vez desde que comenzó la reunión.–¿Estarías dispuesto a sacrificar inocentes por impulso?.

𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔.  [𝕿𝖔𝖒𝖔 𝖀𝖓𝖔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora