✧Episodio 13✧

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A la mañana siguiente en el comedor, Ángel no dejaba de bostezar y cabecear. Como en la noche no pudo descargar sus energías estaban por los suelos al igual que sus ánimos. Ya su regalo y vestuario se estaban fabricando pero a pesar de estar cansado no pudo dormir, extrañaba el calor que le brindaba Félix al abrazarlo en las noches.

—Ángel deberías ir a dormir…—La voz de Mairen interrumpió el silencio despertando al doncel que casi se quedaba dormido apoyado en la mesa.

—No puedo…tengo cosas que arreglar para el baile…—Respondió sin ganas el tritón.

Mairen se quedó viendo sorprendida al doncel, usualmente siempre estaban discutiendo y aunque se rompiera la cabeza tratando de recordar no podía decir que alguna vez tuvieron una conversación normal. ¿Acaso realmente Ángel fue la víctima?. Cuando esa pregunta llegó a su mente su rostro se deterioro. Debía acabar ya con el acto del doncel, incluso ella estaba comenzando a dudar de la realidad. Menos mal su madre saldría pronto y las dos le arrancarían la máscara a ese farsante. Por ahora le seguiría el juego y se comportaría como una dulce hermana arrepentida.

—¡Entonces déjamelo todo!. ¡Conseguiré un bello vestido que conviene contigo y a una buena maquillista!.—Fingiendo entusiasmo propuso su idea, esperando una oportunidad dejarlo en vergüenza.

—No gracias, me gusta hacer las cosas por mi mismo.—Rechaza su entusiasta ayuda el tritón con el ceño fruncido sospechando que estaría pasando por su cabeza.

—No me molesta ayudarte, puedes depender de tu hermana pequeña para lo que necesites.—Insiste la chica con una inocente sonrisa.

—Dije no gracias Mairen, por favor deja de insistir.—Tomando su copa de agua la vuelve a rechazar sin vacilar.

—Pero…quiero ayudarte sinceramente.—Mairen desanimada lo ve con los ojos cristalizados.—¿Por qué no confías en mí esta vez?.

—¿Mairen cómo quieres que confíe en ti después de todo lo que hiciste en mi contra?.—Ángel golpea con fuerza la copa contra la mesa fastidiado por lo hipócrita que se estaba comportando la chica.

—¡Estoy realmente arrepentida hermano!.—Exclama la chica levantándose bruscamente causando que la silla callera de espaldas en un fuerte ruido.

—¡Basta los dos!.—Levanta la voz el marqués silenciándolos.—Mairen compórtate como la dama que eres y siéntate, terminaremos el desayuno en paz y después los dos seguirán con sus labores de forma independiente.

—Si padre…—Responden los dos sin verlo a los ojos.

El marqués suspira agotado, la mañana recién comenzaba y sus dos hijos ya estaban peleando. En sus ojos se reflejaba la tristeza cuando veía al doncel jugar con la comida mirando fijamente el paisaje a través de la ventana y a su pequeña refunfuñando entre dientes mirando su plato. Su mayor deseo era que los dos hicieran las pases y se quisieran como verdaderos hermanos. Pero ahora por culpa de los hechos pasados se odiaban a muerte.

—Ángel ve a descansar un poco…—Sin el mismo buen humor que antes Ciel deja marchar a uno de sus hijos.

—De acuerdo.—Responde el tritón levantándose, tomando rumbo a su habitación.

—Yo también me retiro padre…—Mairen se apresura a levantarse con el objetivo de seguir a Ángel, cuando es agarrada por el brazo.—¿Padre..?.

—Siéntate, aún debo hablar contigo.—Ordena el marqués.

—¿Qué sucede?.—Frunciendo los labios la chica regresa a su asiento.

—Respóndeme con sinceridad Mairen, no te castigaré o regalaré por tu respuesta.—Mirándola a los ojos promete.—¿En verdad no tienes ni una pisca de arrepentimiento por todas las trampas contra Ángel?. Él vio sus errores y se arrepintió, incluso en estos momentos trata de remediarlos.

𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔.  [𝕿𝖔𝖒𝖔 𝖀𝖓𝖔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora