✧Episodio 27✧

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En la mañana del siguiente día, Ángel y Félix llegaron según lo planeado. Encontrándose con una caótica mansión. Penélope, según los relatos de los sirvientes, había salido sola ayer y no regreso hasta muy entrada la noche. No le darían importancia sino fuera por el asesinato de los Monteros. Pruebas no tenían y la desconfianza era demasiado grande, sumando el hecho que la víbora tenía muchas razones que la señalaban. Ninguno había llamado a las autoridades debido a que los demás miembros de la familia saldrían perjudicados.

–Que inoportuno, Anna me temo que tendrás una tarea extra.–Caminando en círculos en el centro de la habitación Ángel habla pensativo.-Tendrás un pago extra por los riesgos. ¿Crees poder con esto?.

–No debe preocuparse joven maestro, me encargaré de investigar y mandar la información.–Asiente la sirvienta confiando en sus instintos.

–Cuando lleguemos enviaré a mi halcón mensajero a por la información recopilada.–Uniéndose a la plática Félix se levanta de la silla frente a la cómoda.

Ángel suspira, pensó que tendría un poco de tiempo antes que su madrastra causará problemas. Gran error, dos de sus peones estaban muertos. Aunque con la familia Montero había culminado, no deseaba sus muertes debido a la utilidad de sus conexiones comerciales. Ya no importaban, habían perdido su utilidad. Buscaría otra conexión más fuerte con ese mundo.

–Lástima, quería unas esmeraldas que combinarán con mi broche.–Suspira decepcionado, el interés que tenía se esfumó junto a esas personas.

Anna río un poco nerviosa por su frialdad, crueldad y indiferencia. Esperaba que Ángel no perdiera el interés en su persona, descartándola como un peón inútil. Debía esforzarse más, así no perdería su apoyo. Atendería y anotaría cada señal importante, demostrándole no solo a su joven maestro los crímenes de Penélope sino que también al marqués.

–Anna puedes retirarte, continúa con los quehaceres.–Ordena Félix.

La chica asiente marchándose dejándolos solos. El leopardo cerrando la puerta con llave fue abrazado por detrás. El doncel haciendo un puchero exigió atención y mimos. Su cuerpo regreso ayer a su gloria y sus recuerdos como un rompecabezas, pieza por pieza tomaron su lugar. Ahora, con total certeza, podía afirmar estar completo.

–¿Qué sucede lindo?.–Susurra con la voz ronca volteándose y acariciando su mejilla izquierda.

–¿Me creerías si te dijera que la diosa Niyati me visito en el lago y que quiere ponernos a prueba más adelante?.–Responde algo nervioso.

–Si, confío plenamente en las palabras que salgan por esa boquita.–Sin dudar o cuestionar acepta su relato y espera los detalles.

El tritón animándose narra como fue el encentro con la deidad. Le aliviaba que no fuera tomado como un loco o soñador delirante. Félix lo escuchaba atentamente perdiéndose en el brillo de sus ojos. Y sin poder evitarlo termino interrumpiéndolo con un beso dominante.

Ruidos escaparon por las rendijas de la puerta de la habitación por un tiempo, acompañadas de las protestas del doncel por dejarlo a medias. Saliendo de la habitación con el cabello revuelto y nuevos chupetones en el cuello. Fuera, en la entrada de la mansión, los esperaban Mairen, el marqués y Anna. El carruaje aguardaba completamente equipado ante cualquier necesidad.

–Ten un buen viaje hijo mío.–Se despide el marqués abrazando a su pequeño ocultando así sus miradas asesinas, Félix se las pagaría por robar la inocencia de su bebé.

–Espere nuestras noticias padre.–Sonríe el tritón separándose de los agradables brazos de su creación.

–Quiero que lleves esto.–Sacando de su bolsillo una cadena con un medallón dorado lo abrocha alrededor del cuello del menor.–Contiene un retrato de nosotros cuando eras bebé.

𝖀𝖓𝖎𝖉𝖔𝖘 𝖕𝖔𝖗 𝖊𝖑 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖎𝖓𝖔.  [𝕿𝖔𝖒𝖔 𝖀𝖓𝖔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora