La vida de Dante siempre fue un misterio, y todo lo que logramos saber de él era gracias a las extensas averiguaciones de Facundo a través de distintas páginas web como blogs y redes sociales.
La exhaustiva investigación del regordete reveló que el monstruo poseía múltiples portales digitales registrados a su nombre, los cuales contenían una extensa colección de fotos de su autoría. No obstante, después de una revisión minuciosa se confirmó que dichas imágenes eran plagiadas. Nunca se supo si se inventaba una vida de fotógrafo para inflar sus antecedentes laborales y así tener cierto estatus profesional, o si en realidad estaba metido en algo turbio.
Más allá de aquellos datos, no teníamos nada en concreto, salvo un indicio irrefutable que estaba justo frente a nuestros ojos: el chico tenía deudas pendientes con media hospedería, a pesar de que cada mes le llegaba una cantidad desconocida de dinero en dólares. Aun así contábamos con una ventaja adicional, dado que la única persona que lo conocía mejor —aparte de Cristina— resultaba ser la menor de las hermanas Darrigrande.
Nina nos proporcionó información extra sobre la vida privada del monstruo, revelando que tenía una prima y otros contactos en Buenos Aires a quienes ella nunca había conocido personalmente. Además, la chilena sospechaba que había defraudado a su padre y otros miembros de su familia, lo que explicaría su paso por diversos países de América Latina, huyendo constantemente de las deudas que él mismo había generado.
Cuando la desconfianza hacia él se intensificó tras el incidente con Nina, encontró refugio en los Frikis, quienes nunca cuestionaron su comportamiento y lo recibieron con los brazos abiertos.
Tras haber estado a su lado en los momentos más difíciles, durante aquellas vacaciones de invierno, guardaba la esperanza de que permanecería junto a mí. Por un lado, tenía el anhelo de ser una constante en su vida, y por otro, desde un lugar recóndito de mi alma, emergía el deseo de ser salvado de los sentimientos que, inadvertidamente, había comenzado a cobijar.
Algunos suelen pensar que, si el vestiglo les muestra afecto, no les hará daño, sino que, por el contrario, los rescatará y protegerá. Pero, se equivocan, ya que aprender a navegar por los «océanos oscuros» de la mente de un monstruo, puede ser extremadamente complejo y, a veces, muy peligroso.
Es en este contexto donde surge el término «salvamento», que implica proteger a alguien, o a uno mismo, de peligros o situaciones adversas. Coloquialmente, se cree que el amor verdadero puede transformar y redimir a una persona de sus demonios internos. No obstante, a pesar de nuestras esperanzas, la realidad a menudo logra imponerse, pues el intento de rescatar románticamente no siempre es posible: el amor no puede actuar como un salvavidas para quien se ahoga y menos forzar a una persona a cambiar.
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#UglyHeart. Las Reglas del Monstruo
Teen FictionRaymundo acaba de llegar a una residencia bastante peculiar en donde enfrentará al monstruo que desea devorar su inmaculado corazón. Para ello, ha creado reglas que le ayudarán a no caer en las garras de esta enigmática criatura. ¿Logrará Ray domest...