En algún punto de nuestras vidas, todos hemos tenido engendros retozando a nuestro alrededor. La presencia de esta criatura se convierte en algo tan habitual que la mayoría de nosotros se ha enfrentado —por lo menos una vez— a un monstruo.
En esta trama tan familiar, si eres la presa del vestiglo, te conviertes automáticamente en un protagonista, pero ¿qué ocurriría si desempeñas en la narrativa, el papel de un corazón invisibilizado y nunca fuiste una elección? ¿o si la criatura del relato estuviese obsesionada con alguien más?
A estos personajes incidentales —que son invisibles a los ojos de un monstruo—, los nombré como «Ugly Heart», aquellos corazones feos que son desplazados por no cumplir con las expectativas de ser un objeto de deseo.
Así, estos corazones despreciados —a los que ningún vestiglo se les quiere acercar— son los más propensos a tener «amores platónicos».
Esta clase de afecto que sienten por el engendro no es más que un «mal imaginario» tan puro que, se basta a sí mismo para subsistir, no le hacen falta los lazos sexuales y solo se fundamenta en un impulso irrealizable.
La gran advertencia es que cuando una afición basada en la fantasía se torna en una obsesión, un agujero negro amenaza con absorberlo todo en cuanto se comienza a padecer por ello. A este sufrimiento se le conoce como «mal de amores» y si se transforma en una adicción, se le llama «limerencia». Ambos conceptos están separados por una línea muy delgada, y si se presentan juntos, llevan directo a la locura.
Un corazón feo es una especie de Ofelia shakesperiana que ante la impulsividad de su propio monstruo —Hamlet— puede terminar ahogado para siempre en el fondo de un arroyo de agua cristalina.
En la fábula, el monstruo necesita satisfacer su enorme apetito de amor, pero ¿qué pasaría si el único sabor que ha buscado incansablemente es aquel que nunca probó?
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#UglyHeart. Las Reglas del Monstruo
Roman pour AdolescentsRaymundo acaba de llegar a una residencia bastante peculiar en donde enfrentará al monstruo que desea devorar su inmaculado corazón. Para ello, ha creado reglas que le ayudarán a no caer en las garras de esta enigmática criatura. ¿Logrará Ray domest...