El silencio sepulcral que parecía sumergir el hotel cuándo reinaba la noche, lejos de acallar sus pensamientos, los potenciaba. Y Alastor quedaba solo en la oscuridad del pasillo con nadie a quién atormentar más que a sí mismo.
Cerró sus puños sobre ese nombre. Su propio nombre. Lo ahogó en una sombra, hasta que fue reducido a la nada misma. No debía saber que él estuvo allí, reduciría su existencia a un rostro borroso y las miles de costumbres que construyeron juntos en los cimientos de un hogar que ya no existía. Eso era todo lo que sería por el momento, la vaga nostalgia de una vida pasada y perdida.
"Amor." Repasó los pliegues de la palabra moldeándose en su lengua, un complejo significado que nunca pudo desglosar del todo.
El demonio de la radio había olvidado la última vez que pensó respecto a ello, nunca tuvo una razón concreta para hacerlo, pero una parte de él permanecía dándole vueltas a esa frase. "Lo amaba." había dicho ella. Un cosquilleo le aleteó en el centro del pecho, como una caricia al corazón. Tan puro que le causó escalofríos saberse el destinatario anónimo de esas palabras.
¿Cuántas veces oyó y pasó por alto aquella sensación de plenitud que acompañaba el afecto evocado por esa frase?
Habría sido tal vez de los labios de su madre, ¿hubo alguna después? quizás su devota esposa en un arrebato de imprudencia.
Aun así permaneció preguntándose si verdaderamente existía algo como eso dentro de él o la mera capacidad de reciprocidad ante ser amado.
Y con cierta resistencia, un recuerdo reprimido, tal vez el que más se había encontrado evadiendo, llegó a él.
La noche que murió, nítida en su memoria. ¿Qué le hacía perder el sueño entonces? Sus disculpas, pensamientos y sus últimas consideraciones ¿A quién iban dirigidos? La exhalación agitada cuando lo abandonó su último aliento ¿cargaba consigo el desconsuelo de su propia muerte o de lo que dejaba atrás? Sacudió de su mente esos miramientos sin propósito y fijó sus ojos en el corredor, hundiéndose en la oscuridad y el vacío.
Nueva Orleans 19xx
Para esa época un pueblo de Luisiana, abandonado por Dios a manos del asesino en serie que vagaba impunemente entre sus habitantes. Todavía podía rememorar la espesura húmeda de sus bosques desolados y las historias macabras que le hacían sombra a su nombre.
Pero ella...
Ella se movía sin miedo a pesar de las constantes advertencias. Era una joven curiosa e inquieta. Sedienta de experiencias pero encadenada a las exigencias de la época y a las imposiciones de sus padres.
A los pies de un sauce tan viejo como el tiempo mismo, esperaría en silencio oculta entre la maleza hasta que los cervatillos se aproximasen a un estanque cercano a beber. Había adquirido ese hábito recientemente, huir de los deberes y embeberse del misticismo del bosque.
Algunos decían que el florecer de su rebeldía indicaba que ya era hora encontrarle un buen marido.
Siempre supo que tarde o temprano su destino sería decidido por gente mucho más capaz de lo que ella jamás sería, porque esa era la normalidad de las mujeres de su familia. Aceptaba este deber con indiferencia y sumisión, rezando por que una vida afortunada le esperase al final del altar y que el anillo fuera puesto en su dedo por un hombre gentil. Nunca espero enamorarse, solo la simpleza del respeto y compasión que sus primas no habían tenido.
Hasta el día que le conoció, el hombre con el que quería casarse. Y lo supo al verlo con la misma certeza con la que uno pone un pie delante del otro para caminar. Absoluta convicción.
No titubeó aún tras la visión de sus manos sangrientas. Permaneció bajo el escrutinio del cazador como si todo instinto de supervivencia hubiera abandonado su cuerpo. Un acto de fé ciega, una declaración de pura lealtad.
ESTÁS LEYENDO
Attached | Alastor x OC
FanfictionElla es su dueña, pero no lo recuerda. Él piensa piensa aprovecharse de ello. Un nuevo huésped llega al hotel sin recuerdo alguno de cómo o cuándo ha caído en el infierno. Alastor sabe quién es, con la misma certeza con la que sabe que la soga que r...
