𝐃𝐚𝐫𝐢𝐨
Cuando se fue sentí la mirada de Nathan en mi nuca.
-¿Qué? -Dije al mirarlo.
-Te has pasado Darío. -Dije Mía.
-Tu cállate rubita, no tienes ni idea de nada.
-Entiendo que lo que te ha dicho te ha dolido, pero ella no sabe nada y tú has ido a hacer daño. -Dijo Nathan. Como no, apoyando a su primita.
-Es verdad, solo es una niñata que busca atención. -Sentí por primera vez como Nathan me empujaba.
-No sabes una mierda, igual que ella no tiene derecho a decirte eso tú tampoco lo tienes para decir lo que dijiste.
Miré a la rubia, aún sentada en mi sofá, mirándonos con algo de miedo por mi reacción. Volví a mirar a Nathan y lo vi mirarla.
-Vamos a buscarla, no quiero dejar que esté sola así.
Se fueron sin despedirse y me quedé ahí, sentado. Las cuatro cervezas sobre la mesita. No entendía porque se habían puesto así ni porqué Mia me estaba dando lecciones de vida si no nos conocía a ninguno. Recogí todo yo solo y me fuí a la cama. Todo estaba oscuro, en silencio... Odiaba eso, por eso accedí a que Nathan viviera conmigo y después Alana.
Alana....c¿Porqué nos habíamos puesto así? ¿Porqué había empezado si quiera? Por el dinero.
Y por fin me di cuenta, era la primera carrera y era mucho dinero. Sólo se estaba preocupando. Estaba aún pensando cuando me dió ganas de abrirme otra cerveza y al bajar a la cocina vi algo de luz... Y a Alana sentada en la encimera dándome la espalda.
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Siempre fuimos nosotros
RandomDarío llega a una carrera ilegal a la que lo invitó su mejor amigo, allí conocerá a una piloto a la que detesta pero...nada es lo que parece.