Cap.25

11 0 0
                                        

𝐃𝐚𝐫𝐢𝐨

Estuve semanas sin hablar con Alana y no podía pensar en otra cosa que no fuera ella. Parecíamos dos extraños viviendo en la misma casa. Todos lo notaban menos Nathan. Estaban harto de las miradas de pena por parte de Mia y Gabriel.

Durante la última semana el único tiempo que pasaba con ella era en el sótano, cuando yo entrenaba y ella arreglaba su moto. Siempre tenía algo nuevo que hacerle, me parecía cansado hasta a mí. Por la tarde Gabriel y Nathan me ayudaban con los entrenamientos para la carrera. Todos los días cuando Alana pasaba por ahí Gabi nos ponía excusas absurdas para irse con ella y dejarnos tirados. Estaba harto de él.

-Necesitaras un copiloto.

-Tu serás mi copiloto¿No? -Nathan echó una carcajada.

-No.

-¿Cómo que no?

-Dario no puedo, es la primera carrera a la que va Mia, no puedo dejarla sola con esa panda de tíos roba novias.

¿Había dicho novia?

-¿Novia? -Nathan se puso pálido.

-¡No! Osea... No lo hablamos pero... No sé, me gusta. -Sonrió.

-No puede ser, el pica flor se ha pillado. -Me reí de él.

Me miró mal y se levantó.

-Hablaré con Gabi para ver si él puede ser tú copiloto.

Ni de puta coña. Me niego.

-Pues tu única alternativa es Alana. -Se cruzó de brazos.

-No, ni de coña. -Por favor sí. -Prefiero ir solo.

-No puedes. Iré a decírselo. -Y se fue.

Obviamente quería verla y era la oportunidad perfecta para hablar con ella pero sabía perfectamente que me diría que no.

Vi a Nathan volver y ...

-Ha dicho que si. -Sonrió.

-¿¡Qué!?

Siempre fuimos nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora