Cap.19

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𝐃𝐚𝐫𝐢𝐨

Llegué a mí habitación y al verme en el espejo de la pared vi mi cara de idiota. Con una sonrisa tonta que nunca había visto en mi cara. Dejé de sonreír y me tumbé.

¿Qué me pasaba?

Era solo Alana. Una bipolar. Cuando estábamos juntos con los demás no podíamos estar sin discutir pero luego solos… Era distinto, como si nos conociéramos de siempre, como mejores amigos o…

Al darme cuenta de como iba a terminar mi pensamiento me tumbé para dormir.
Por la mañana bajé a entrenar pero al ver la moto de Alana me acerqué para verla. La miraba tan atento que se me pasó el tiempo.

-Ya está el desayuno. -Dijo Alana desde la puerta.

Me giré para verla. Pantalón corto de deporte, sudadera y coleta. Sonreí un poco y ella hizo lo mismo.

-¿Has hecho el desayuno?

-No, es de los dulces que trajiste. -Se acercó a mí. -¿Te gusta mi moto?

-Es interesante.

En menos de lo que me esperaba estábamos juntos viendo la moto. Me enseñaba y explicaba cada parte mientras yo lo único a lo que le prestaba atención era a ella. Se veía muy tierna hablando de eso como siempre que contaba algo que le gustaba.

-Y esto es… -Me miró y se puso un poco roja.

Entonces entendí que las veces que la había visto roja  cerca de mi no era por la calor.

Era por mí.

Estábamos muy cerca y no podía dejar de mirarla. Acaricié si mejilla y la vi nerviosa así que no pude evitar  sonreír.

-Alana… -Susurré.

-Dime. -Ella tampoco podía dejar de mirarme.

-Déjame besarte.

-Mi primo nos…

-Tu primo se ha ido. Por favor. -Cuando la vi asentir la pegué a mí y la besé.

No era consciente de lo que necesitaba volver a besarla hasta que estaba haciéndolo de nuevo. Acaricié sus caderas y la agarré con fuerza. Estaba desesperado por besarla y era la primera vez que no me importaba que lo supiera.

Siempre fuimos nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora