Protagonista: Olivia Guarnizo Estado: Pareja Advertencia: Se tocarán temas como violencia, manipulación y muerte
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"My tears ricochet"
Narrador omnisciente
Olivia y Barca se conocieron en 2017 gracias a Juan Guarnizo, el hermano de Olivia y mejor amigo de Barca. Los primeros tres años de su relación fueron hermosos, llenos de promesas y sueños compartidos. Sin embargo, con el tiempo, todo aquello que habían construido comenzó a desmoronarse. Nadie, ni siquiera Juan, sospechaba que la relación de Olivia y Barca se había vuelto tóxica y violenta. Barca había empezado a ejercer violencia sobre Olivia, sumiéndola en un oscuro y doloroso secreto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un día, como ya era costumbre, Barca llegó borracho al departamento que compartían. Había estado con otra chica y cuando entró, encontró a Olivia sentada en la sala. Sin mediar palabra, se acercó a ella y le agarró fuertemente el brazo, gritándole cosas hirientes. Olivia intentó zafarse, pero el agarre de Diego era implacable. Las palabras que salían de su boca eran como dagas, cada insulto penetraba profundamente en el alma de Olivia, dejándola más herida y desolada.
"We gather here, we line up Weepin' in a sunlit room, and If I'm on fire, you'll be made of ashes too"
Olivia intentó defenderse de Barca, con la voz quebrada le preguntó
—¿Qué pasó con el chico del que me enamoré—pero sus palabras parecieron encender aún más la furia del uruguayo. Sin previo aviso, lleno de rabia, la tiró al piso y comenzó a golpearla mientras la culpaba a ella por su cambio.
—¡Esto es por tu culpa!—gritaba Barca, cada golpe acompañado de acusaciones injustas—¡Tú me hiciste así!
Olivia, acurrucada en el suelo, protegía su cabeza con los brazos, mientras el dolor físico se mezclaba con el tormento emocional. No podía reconocer en Diego al hombre del que se había enamorado. Los recuerdos de los momentos felices se desvanecían con cada golpe, dejando en su lugar cicatrices y un vacío insoportable.
