• Solo pienso en ti 2/3

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Pasaron varias semanas desde la conversación en el cuarto de Hanna. Con el apoyo de su hermana y su cuñado, Hanna comenzó a asistir a terapia. Los primeros días fueron difíciles, pero lentamente empezó a abrirse y a trabajar en sus emociones y traumas. La relación con Ari y Juan mejoró considerablemente; había menos gritos y más conversaciones sinceras y constructivas.

Sin embargo, con Barca la situación era diferente. Hanna le había dejado de hablar completamente. No importaba cuánto intentara acercarse a ella, siempre recibía el mismo trato frío y distante. Esto pesaba mucho sobre él, quien no podía dejar de pensar en lo que había perdido.

Una noche, incapaz de conciliar el sueño, Barca se encontró en la sala de su apartamento, rodeado de la oscuridad y el silencio de la noche. Agarró su teléfono y comenzó a revisar las fotos antiguas. Fotos de cuando él y Hanna estaban bien, antes de que él decidiera arruinar todo.

Había una imagen de ellos en la playa, ambos riendo con el sol poniéndose detrás de ellos. Otra foto mostraba a Hanna sosteniendo un cono de helado, su expresión iluminada por una sonrisa genuina y despreocupada. Barca recordó el momento en que tomó esa foto; había pensado que su sonrisa era la cosa más hermosa del mundo.

Siguió deslizando el dedo por la pantalla, viendo más y más recuerdos felices. Cada imagen era un recordatorio doloroso de lo que había perdido, de cómo había fallado en proteger a alguien que le importaba tanto.

Finalmente, se detuvo en una foto en particular. Era una selfie de ambos en un parque, sus caras juntas y sonriendo. Esa fue una de las primeras fotos que se tomaron juntos, en una época en que todo parecía tan simple y fácil.

Barca suspiró, sintiendo una profunda tristeza. Sabía que no podía cambiar el pasado, pero el dolor de haber perdido a Hanna lo consumía. Se dio cuenta de que no solo extrañaba su presencia, sino también la persona que era cuando estaba con ella.

Con el teléfono aún en la mano, decidió escribirle un mensaje. Sabía que probablemente no obtendría respuesta, pero sentía que tenía que intentarlo.

Hola, Hanna. Sé que no quieres hablar conmigo, y entiendo por qué. Solo quería decirte que me alegro de que estés yendo a terapia y trabajando en ti misma. Siento mucho todo el daño que te causé. Nunca quise que esto sucediera. Espero que algún día puedas perdonarme. Cuídate.

Barca dudó por un momento antes de enviar el mensaje, pero finalmente apretó "enviar". Se quedó mirando la pantalla, esperando una respuesta que probablemente no llegaría.

En la casa de Ari y Juan, Hanna también tenía una noche difícil. Había tenido una sesión intensa con su terapeuta ese día, y se encontraba reviviendo muchos recuerdos dolorosos. Decidió revisar su teléfono para distraerse un poco. Al ver el mensaje de Barca, sintió una mezcla de emociones. No estaba lista para perdonarlo, pero tampoco podía ignorar completamente lo que habían compartido.

Guardó el teléfono sin responder, sintiéndose más confundida que antes. Sabía que su camino hacia la recuperación era largo y complicado, y no estaba segura de si Barca tenía un lugar en él.

 Sabía que su camino hacia la recuperación era largo y complicado, y no estaba segura de si Barca tenía un lugar en él

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