Yu Jimin – 05 de enero del 2025
Cinco días pasaron desde el perturbador mensaje de Agatha. Desde entonces, todo se había complicado. Por un lado, tenía a Minjeong más protectora de lo normal, y luego estaba ese miedo de ser rechazada por mi manada.
Cuando terminé esa noche, mi primer plan fue, sin dudas, ir a Sherwood para proteger a mi gente como una buena líder. Pero la vampira de ojos rojos se encargó de mantenerme alejada de "problemas", según sus palabras. La amaba, pero a veces estaba esa actitud suya que dejaba de lado mi verdadera fuerza como alfa.
Claro que, luego de ser rechazada por mi manada múltiples veces, no le quedó otra opción que ceder ante mi plan inicial. Yo le advertí... ellos solo escuchan a su alfa.
—Tú te mantienes callada, ¿entendido?
Minjeong rodó los ojos sin apartar la mirada del camino. Íbamos directo a Sherwood; debía explicar a mi gente sobre mi embarazo, así como dar la orden de mudanza. La vampira tenía un punto que no logré refutar, sin dudas, era más fácil protegernos entre todos si solo estábamos en una misma ubicación.
—Ay, por favor, ni siquiera me escuchan, Jimin —se quejó apretando el acelerador.
—Yo te lo dije, no escuchaste, así somos los lobos —admití—. Solo siguen al alfa en decisiones tan importantes como abandonar su hogar.
—Pero soy tu pareja, es como ser segunda alfa.
Una carcajada escapó de mis labios. Sabía cómo pensaban los míos... yo también pensaba de esa forma antes de conocer a la vampira. Para mí, ellos eran solo chupasangres, y tal vez algunos allí aún no aceptaban nuestra relación.
Antes de que nos diéramos cuenta, ya estábamos estacionando frente a la plaza central. Todo estaba demasiado silencioso para ser viernes, y tuve un mal presentimiento. Mi loba estaba en estado de alerta.
—No bajes aún —pedí a Minjeong mirando cuidadosamente por la ventanilla.
Incluso agucé mi oído, pero solo podía detectar las hojas de los pinos que se movían a causa de las ráfagas de viento. Inconscientemente, mi mano fue a mi vientre, dejando pequeños masajes allí.
—Llamaré a mi padre.
No, no deseaba hablar con el sujeto abandonico, pero Wonbin y Giselle habían permanecido en el hotel todos estos días, así que mi único contacto directo eran mis padres, quienes, por algún motivo, decidieron quedarse en el pueblo.
—Mi amor, olvidas que soy una celestial —alardeó moviendo sus manos de forma graciosa.
Me sorprendí cuando un pequeño destello se formó en el aire, y en su rostro, un pequeño símbolo solar comenzó a brillar. Estaba al tanto de su entrenamiento con su madre, al parecer, luego de su reunión todo mejoró para ambas. Incluso Talia estaba viviendo en el hotel.
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Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]
FantasySegunda parte de "Cruzada, Sangre y Luna" Tras una violenta confrontación con la implacable Orden Europea, las vidas de Winter y Jimin cambian para siempre. Un desenlace inesperado las lleva al hospital, donde un descubrimiento impactante sacude los...