Capítulo 34┊AISLADA

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Kim Minjeong – 04 de marzo del 2025

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Kim Minjeong – 04 de marzo del 2025

Con dificultad abrí los ojos encontrándome con una vampira que cargaba una libreta en sus manos. Cuando notó que la observaba se apresuró en acercarse a mí, pero claro... la extraña ¿caja? En la que estaba me alejaba de los demás. ¿Estaba en aislamiento?

Demoré unos segundos en recordar lo último que ocurrió, y entonces asustada salté de la cama hasta el punto de lastimarme con la intravenosa que tenía conectada.

—Rosé ¿dónde están Jimin y mi hija? —pregunté sintiendo nuevamente un horrible dolor muscular.

—Tu pequeña está Aurelius y sus tías, en cuanto a la alfa —pausó carraspeando la garganta con nerviosismo—. Ella aún no ha despertado.

—¿Qué le pasó? Quiero decir vi cómo le arrancaba la cabeza a Yeonjun pero luego recuerdo desplomarme en el suelo...

La intranquilidad instalada en mi pecho estaba golpeando como tambor y me desesperaba estar atrapada.

—Debes calmarte, cuando te alteras tu cuerpo tiene esa extraña sombra.

Fruncí el ceño sin saber de qué hablaba, hasta que noté una energía que me rodeaba. Por su color y efectos sabía que se trataba de magia oscura. Pero... ¿qué era realmente?

—¿Por qué me tienen atrapada aquí? Rosé necesito ver a mi familia por favor.

—Me temó que hasta no saber que es esa sombra, tendrás que permanecer en cuarentena. Cuando tu hermana te trajo hasta aquí hiciste sentir mal al equipo de Adam.

—No lo entiendo.

—¿Sientes dolor ahora mismo verdad? —asentí— ese dolor se lo traspasas a quienes te tocan. Parece ser una extraña reacción alérgica.

Miré mis manos un poco temblorosas. Todo comenzó en el auto, quizás la verbena había evolucionado o algo así. Porque tenían algo en común, el maldito dolor que se apoderaba de mi cuerpo.

—Rosé por favor busca a mi madre. Tal vez ella sepa algo de esto.

La vampira de ojos rojos asintió sin problemas y salió rápidamente de la habitación. Nuevamente sola, con mis pensamientos intentando encontrarles sentido a los últimos sucesos. ¿Cómo pudieron atravesar la barrera? Ya nada parecía mantenernos protegidos, y me hacía sentir un poco asustada.

El sonido de la puerta abriéndose captó mi atención, entonces vi como Aurelius ingresaba con mi pequeña bebé en sus brazos. Mi corazón dio un vuelco al ver a Haerin moviendo sus manitas mientras balbuceaba tiernamente.

—Alguien parece alegrarse de ver a mamá ¿verdad bolita de calor? —dije con una sonrisa, aunque sentía un nudo en la garganta.

Ansiaba poder tocarla y abrazarla, pero la maldita barrera me lo impedía. Desvíe la mirada hacia mi madre notando su expresión preocupada. Soltó un suspiro pesado que me alertaba sobre un posible peligro. Nada de esto podía ser bueno.

Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora