Capítulo 31┊Temor

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Kim Minjeong – 02 de marzo del 2025

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Kim Minjeong – 02 de marzo del 2025

Cuidar de una bebé era todo un reto. Los cortos momentos que teníamos para nosotras los usábamos para dormir y hacer las compras.

Luego de mecerla un buen rato y cantarle su canción favorita, había logrado dormirla, dejándome libre para admirar a la hermosa loba en la cocina.

Allí estaba la mujer de mis sueños, preparando algo para comer. Mientras yo solo podía pensar en el tiempo que esperé para poder enredar ambas manos en su pequeña cintura. Acto que la hizo sobresaltar en el lugar. Ejercí presión sobre la ropa causando un suspiro en ella.

En pocos segundos hundía mi nariz en su cuello deleitándome del aroma dulce que la cubría. Mis colmillos dolían pidiéndome que los clavara allí, pero no quería que todo fuera tan rápido.

–Minjeong –susurró con dificultad.

Mis labios humedecidos por mi lengua comenzaron a trazar un lento y tortuoso camino allí. No quería verme desesperada, pero lo ansiosas que estaban mis manos por recorrer esas perfectas curvas me estaba enloqueciendo por completo.

La aprisioné contra la encimera aun detrás de ella, y con cuidado separé sus piernas colocando la mía en medio. Con una mano cambié el destino y la llevé directo a su cuello, hasta subirla lo suficientemente cerca de sus labios, cálidos, podían quemar mi piel. Una vez allí hizo algo que me dejó sin palabras, su boca cubría uno de mis dedos con su saliva.

–¿A qué juegas? –dije pegada a su oreja.

Solo entonces me liberó tirando su cuerpo hacia atrás para quedar pegada a mí. Incluso con ropa podía sentir lo erizados que estaban los vellos en su piel.

–¿Ahora mismo?

La volví a empujar contra la encimera provocando que mi pierna ejerciera presión entre las suyas. Ambas gemimos al unísono. Sus manos se posicionaron sobre las mías guiándome por debajo de su ropa hasta sus pechos. Me sentí adicta a su calor, a su textura tan suave, mis manos incluso quedaban pequeñas para cubrir toda la zona.

–A la búsqueda del tesoro –respondió apartando su cabello y atrayéndome nuevamente a su cuello– mi cuerpo es el mapa, y debes recorrerlo hasta el tesoro. Mi a-mor mghh

Sus palabras enviaron un escalofrío a mi columna. De forma delicada tracé el contorno de su cuello con mis labios anhelando probar cada centímetro de piel.

–¿Y qué pasa si me pierdo en el camino?

Ella se estremeció en mis brazos y sus piernas flaquearon por unos segundos, solo consiguiendo frotarse más fuerte contra mí.

–Entonces tendrás que explorar cada rincón una y otra vez hasta encontrarlo –aseguró con la voz entrecortada.

Lentamente giré su cuerpo para que sus brillantes orbes ahora teñidos de matices rosas me indicaran que deseaba esto tanto como yo, poder estar juntas después de tanto tiempo. Bajé la mirada hasta sus labios, ella lo notó mordiéndose el labio inferior para provocarme.

Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora