Capítulo 37┊LA MARCA

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Kim Minjeong – 08 de marzo del 2025

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Kim Minjeong – 08 de marzo del 2025

Me sentía increíble al estar entre los brazos de la alfa, pero comenzaba a preocuparme que nuestra pequeña estaba allí afuera esperando por ambas mientras nosotras destrozábamos los muebles.

—Mi amor deberíamos ir por Haerin —le recordé frunciendo el ceño por el dolor.

Podría decir que luego de ser mordida más de diez veces era inmune al dolor que esos colmillos generaban, pero vaya que ardía. Noté que se apartaba de mi cuello y sujetaba mi cintura jalándome contra su cuerpo.

—Lo sé, extraño a nuestra bebé —susurró depositando un beso en mi mejilla—. Espero todos la hayan tratado bien.

Luego de soltarme y vestir su bata velozmente, abrió la puerta. Para nuestra sorpresa Giselle y Yizhuo estaban sentadas en una banca con Haerin en sus brazos. Si no las conociera diría que eran una feliz pareja de casadas cuidando a su hija.

Ambas se incorporaron rápidamente al percatarse que mi novia las miraba de brazos cruzados. Avergonzada avancé hasta quedar a su lado, tenía una sábana cubriendo mi cuerpo porque la loba de ojos magenta tuvo la maravillosa idea de destruir mi pantalón.

—Hasta que se dignaron a salir —habló Yizhuo mirando en mi dirección.

¿Qué probabilidad había de que escucharan los acalorados momentos entre ambas? A juzgar por sus expresiones, estábamos hablando de un 100%.

—Estábamos en medio de un proceso mortal Yizhuo, ¿de qué hablas? —pregunté fingiendo.

—Proceso mortal —repitió apuntándome con el dedo— TODOS LAS ESCUCHAMOS. ¿Proceso mortal? El dedo mortal era eso.

—Intensa la transformación —agregó Giselle carcajeando.

—¿Qué le ocurrió a tu cuello? —preguntó mi mejor amiga.

Jimin volteó a ver de que hablaba encontrándose con su obra de arte. Asustada por la expresión de la vampira, busqué un pequeño espejo de la habitación. La marca era mucho más grande de lo que imaginaba, mi piel estaba completamente roja.

—Jimin —la llamé cerrando por unos segundos los ojos.

Pude ver una disculpa en su expresión. No podía molestarme con ella, no cuando lo más probable era que morderme calmaba la sed de sus colmillos. Conocía a la perfección los efectos post mordida, pero aun así ella había rechazado beber sangre.

Cuando una persona se transformaba en vampiro, la sed de sangre y deseo de asesinar solo podía ser calmado con la primera víctima, pero la loba lo hacía ver solo como un simple cambio de color de ojos.

Tarde o temprano tendría que alimentarse.

—Lo siento cariño —susurró acercándose para acunar mi rostro en sus manos.

Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora