Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]

Capítulo 21┊Confuso

Kim Minjeong – 12 de febrero del 2025 (Minutos antes de encontrarse con Jimin)

Me escabullí por el hotel como si acabara de escapar de prisión. Tal vez no era la persona más disimulada del mundo, incluso algunos vampiros que vagaban por los pasillos me miraban curiosos. Poco me importaba, mientras no se tratara de la alfa.

Debía llegar hasta mi oficina para enviar el pago al grupo de ingenieros.  Hace ya un tiempo puse en marcha la construcción del hogar que había planeado para compartir con Jimin. Yo misma hice los diseños, había olvidado lo entretenido que podía llegar a ser trabajar de arquitecta.

Pero me llevé una sorpresa cuando al abrir la puerta, Yizhuo me acorraló usando gran fuerza. ¿Qué diablos le ocurría?

—Ya mismo me dirás por qué haces llorar a tu loba embarazada —espetó mostrando sus colmillos.

Era realmente extraño cuando mi mejor amiga se enojaba conmigo. Intenté apartarla, pero ella seguía presionando contra mí. ¿Desde cuándo era tan fuerte?

—No sé de qué hablas Ning, suéltame —pedí empujándola hasta lograr liberarme.

—Pues accidentalmente escuché una conversación entre la alfa y Giselle —confesó aún molesta— ¿te parece adecuado estar preocupándola cuando está a nada de dar a luz? A TU HIJA

Su fuerte tono de voz me paralizó unos segundos. Mis ojos se abrieron de par en par cuando entendí por qué se molestaba, pero... no había hecho nada a mi novia.

—¿Qué escuchaste? —consulté ansiosa— dime ¿sigue con Giselle?

Cuando iba a responder me adelanté intentando cruzar el umbral de la puerta solo para ir directo a la habitación de la beta, quedaba en el mismo piso donde vivíamos con Jimin. Pero una vez más Yizhuo me empujó sin medir su fuerza, por lo que acabé en el suelo.

—No te dejaré ir a verla hasta que me digas, ¿por qué te escabulles en medio de la noche? —pausó tendiéndome una mano para levantarme.— Lo siento, seguro tienes una explicación. Espero sea buena...

No entendía en qué momento Jimin comenzó a importarle tanto a mi mejor amiga. Podría ser resultado de mi constante ausencia.

—Yo —dudé por un momento, no quería contarle sobre mis prácticas de magia oscura, especialmente cuando me dañaba en todos los sentidos.— Estoy trabajando con un grupo de profesionales, o estuve, para tener mi casa con Jimin. 

Su expresión se relajó al escuchar aquello. Incluso sus colmillos fueron retraídos.

—Pues deberías decírselo, ella realmente —rascó su cuello— estaba llorando fuerte, me dieron ganas de golpearte.

Asentí entendiendo su punto. Debía ir por la loba.

—Bueno si no me empujas de nuevo —espeté— iré a hablar con ella.