Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]

Capítulo 11 ┊¿Mí abuela?

Yu Jimin — 28 de diciembre de 2024

En toda la reunión, Minjeong se había mantenido en un tenso silencio. Su rostro reflejaba el espanto ante la idea de que, de cierta forma, tanto mi familia como ella estuviésemos tan estrechamente relacionadas con los noctilus.

Lentamente íbamos armando un rompecabezas que jamás quisimos, pero a veces la vida nos deparaba extraños caminos. Cuando creía que no podía estar más decepcionada de Yu Suno, llegaban mis padres con su tendencia al abandono, revelando una oscura y perturbadora verdad.

Mi rostro de sorpresa fue menos obvio que el de mi novia. Claro que la idea de mi abuelo y su ex amante era un poco inquietante. Especialmente cuando, en múltiples ocasiones, ese viejo lobo insistía en que saliera con la vampira noctilus, a quien solía llamar "Lile".

Pensándolo con detenimiento, podía tener sentido. Quizás planeaba emboscarme en alguna reunión o encuentro con la bruja. La sola idea hacía que mi estómago se retorciera de angustia.

—Salieron por mucho tiempo, con tu madre creemos que aún mantienen una relación —sugirió mi padre luego de fruncir el ceño con desagrado, sus fosas nasales se dilataron ligeramente.

—Posiblemente ahora mismo esté reunido con ese grupo. Están dispersos por todo el mundo.

Todo lo que escuchaba en esta reunión solo me hacía temer por el futuro de la pequeña bebé. Este no parecía un mundo apto para su crecimiento. Pero, aun así, un pequeño rayo de esperanza se instalaba en mi pecho. Aún podíamos detenerlos.

Miré a Minjeong, quien mantenía su mirada fija en un punto de la pared, como si su mente estuviera en otro lugar. Me pregunté qué estaría pensando en esos momentos.

—Mientras viajábamos, descubrimos que las brujas tenían infiltrados dentro de varias manadas de licántropos y clanes vampíricos —continuó Amelia con un tono grave—. Se hacían pasar por uno de los nuestros para obtener información valiosa y sembrar discordia desde adentro.

Apreté los puños con fuerza bajo la mesa, clavándome las uñas en las palmas. La sola idea de que hubiese espías entre nosotros me revolvía las entrañas.

—¿Cómo es posible que no nos percatáramos de eso? —intervino Wonbin con el ceño fruncido.

—De la misma forma en que Hailee Gilbert logró entrar a mi clan —añadió Minjeong con duda en su voz—. Se ganan la confianza de las personas correctas. Jamás hubiese dudado, era vampira al igual que yo.

Minjeong tenía razón. Esas criaturas podían aparentar ser lo que no eran con suma facilidad.

—Son extremadamente hábiles ocultando su verdadera naturaleza, hijo —respondió Seungheon negando lentamente con la cabeza—. Huelen, se comportan e incluso sangran como uno de nosotros. Es casi imposible distinguirlos.