Capítulo 19┊Magia

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Kim Minjeong – 09 de febrero del 2025

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Kim Minjeong – 09 de febrero del 2025

Frente a mí se encontraba la mujer más hermosa sobre la tierra. Colocaba un poco de mermelada sobre su tostada intentando que su abultado vientre no tocara el borde de nuestra mesa.

—¿Tengo algo en el rostro?

Arqueé una ceja sin saber de qué hablaba.

—Digo porque estás atravesándome con tu mirada, Kim Minjeong —la sonrisa que decoraba su rostro iluminó mi día.

—Solo admiro tu belleza amor. Con el pasar de los días te vuelves incluso más perfecta.

Nuestros desayunos juntas eran el único momento del día donde podíamos sentirnos personas normales. Ninguna decía nada sobre lo que ocurría al otro lado de la barrera, solo hablábamos trivialidades que nos causaran risas.

Luego de un mes conviviendo entre lobos y vampiros, logramos dormir tranquilas en las noches. No solo Aurelius mantenía todo bajo control, mi conexión con la magia blanca había incrementado en gran manera. Incluso disfrutaba leyendo algunos libros que la mujer de cabellera rubia nos proporcionaba a mi hermana y a mí. Mi relación con ella también mejoró, no era tan estúpida como creía, incluso podía notar su deseo de caerme bien.

Por otro lado, tener a Adam viviendo en el hotel nos facilitaba poder realizar constantes controles al embarazo, era difícil predecir cuándo nacería, ya que en ocasiones su crecimiento dentro del vientre de la alfa era repentino y luego se detenía.

—Min, qué cursi —se burló la alfa extendiendo su mano hasta enlazarla con la mía por encima de la mesa.

—Qué puedo decirte, lobita, tienes ese extraño efecto sobre mí.

Sin dudarlo me incorporé solo para acercarme a la mujer de ojos morados. Mis manos rodearon sus mejillas mientras la atraía con dulzura para probar el sabor de sus labios. Un poco de mermelada de durazno llegó a mis papilas gustativas, por lo que disimulé mi disgusto. A diferencia de ella, cualquier sabor que no fuera el metálico de la sangre solo causaba náuseas en mi interior.

Su lengua pidió permiso a mis labios para traspasar su límite. Una lenta danza comenzó a darse entre ambas, me perdía por completo allí. Sentí cómo una de sus manos bajaba descaradamente hacia mi trasero, por lo que me aparté bruscamente.

Hace poco más de un mes no teníamos relaciones, no porque no lo deseáramos, sino porque temía poder dañar a la bebé o batirla. Los vampiros éramos un poco bruscos durante el acto sexual, por lo que era mejor evitarlo hasta que Haerin naciera al menos.

La loba me observó por un segundo con una extraña tristeza, pero no dijo nada, simplemente volvió a su posición anterior y continuó desayunando. No le había dicho sobre mi miedo de dañar a la bebé, porque me causaba un poco de vergüenza.

—Jimin —la llamé intentando dejar atrás la escena anterior.

Un tranquilo sonido salió de sus labios, dándome a entender que dijera lo que deseaba.

Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora