Capítulo 36┊Magenta oscuro

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Giselle – 07 de marzo del 2025

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Giselle – 07 de marzo del 2025

Estaba al borde del colapso. Tener a mi mejor amiga al otro lado de esa puerta me hacía temblar del miedo. Solo podía pedir a la Diosa luna y otra vez que interviniera en su conversión, así todo saldría bien.

—¿Quieres que la tía cante para ti? —pregunté a la tierna bebé que apretaba mi dedo pulgar entre sus manitas. Tenía un fuerte agarre.

Yizhuo soltó una risa al escucharme.

—Mejor que canté Yizhuo —pedí mirándola con el ceño fruncido— vamos vampira, la pequeña heredera quiere su canción.

La vampira negó con la cabeza, pero noté como sus ojos se suavizaban al mirar a Haerin. Típico de ella, siempre haciéndose la dura.

—Anda, no seas así —insistí meciendo a la niña—. Una cancioncita no te va a matar... de nuevo.

A duras penas asintió y se colocó a mi lado. Haciéndome sonreír inconscientemente. Incluso nuestras miradas se cruzaron causándome un cosquilleo en el estómago. ¿Por qué me ponía tan nerviosa últimamente?

—Está bien —cedió finalmente con un suspiro— que conste lo hago por la pequeña, no por ti.

Mentirosa, ya la había estudiado lo suficiente para saber que cuando mordía ligeramente su labio inferior era porque mentía. Ella comenzó a cantar en voz baja, una melodía suave que me dejo boquiabierta, era muy agradable. Aunque cueste admitirlo, tuve que hacer un esfuerzo para no quedar como boba mirándola.

La bebé se removió un poco como si conociera la canción y poco a poco, sus ojitos empezaron a cerrarse. El suave roce del hombro de la vampira contra mi cuerpo me dejo sin oxígeno unos segundos.

—Va a estar bien —susurró ella de repente mientras su frío aliento rozaba mi mejilla—. Jimin es fuerte, puedo sentir tu miedo.

Asentí con las palabras atascadas en la garganta, pero no era solo preocupación por la alfa lo que me dejaba sin habla. Estábamos tan cerca que podía sentir como su perfume inundaba mi nariz. Fue extraño, pero mi loba pareció disfrutarlo...

Abracé a Haerin un poco más fuerte, tanto para consolarme como para resistir el impulso de hacer algo estúpido. Como acariciar el rostro de Yizhuo, por ejemplo. O peor aún, besarla. ¿Desde cuándo me gustaban las mujeres?

Para ser sincera conmigo misma, luego de la batalla con los noctilus sentí como si mi vida tomara otro sentido. Quiero decir, podría morir en cualquier momento y no haber hecho tantas cosas. Como, estar con una ¿vampira? A Jimin le había ido bastante bien con eso, pensé mirando a su linda hija.

Sacudí la cabeza intentada alejar esos pensamientos. No era la mejor ocasión para descubrir mi sexualidad. No cuando mi amiga estaba posiblemente colapsando al otro lado de la barrera creada por Aurelius.

Cruzada, Nieve y Caos [WINRINA 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora