PasadoDespués del sábado, no quería saber más de todo esto, no me imaginé que podía suceder o más bien porque a mí.
Ese mismo día Matt y yo juramos que nadie tenía que saber, hasta que lo confirmara con una prueba sanguínea "esto".No lo puedo ni decir.
Matthew y yo nos quedamos de ver el miércoles para ir al doctor, sin embargo nunca pensé que ir al doctor nos podría meter en problemas, bueno no al cien por ciento.
Si no iba a mi doctor habitual, no sé en qué manos podría caer pero si iba a mi doctor a dónde acude toda mi familia se podrían enterar en dos minutos. A quién quiero engañar tarde o temprano lo tendrán que saber pero no ese día.
Miércoles
Nos encontrábamos a 5 metros del hospital donde nos atienden, previamente realice una cita en internet y toda la información la pedí que me la mandaran a mi correo electrónico, porque si llegaba al de mis padres que me podría inventar está vez, el resfriado solo funciona cada cierto tiempo.
Entonces Matt y yo sin perder tiempo con nervios entramos de una buena vez, era temprano, desde que inició todo esto me encuentro cansado aún así, tenía que ver qué opciones tengo por mi bien.
Al entrar me pidieron mis datos, tenía que confirmar mi cita porque si no tenía una tendría que esperar hasta tarde, no tengo tanto tiempo. A esto le agregamos que Matthew faltó al colegio, convencí a mi má que aún no estaba bien para volver, pidió un permiso especial para que termine las últimas semanas en casa el colegio.
Aunque también está el hecho de que hoy cuando salí le mentí de una forma descarada, le dije que no me molestaran para nada en mi habitación y cerré con llave, me la traje por si me van a buscar, también pegue a mi puerta un mensaje de que no se preocupen, que saldría de mi habitación cuando esté bien y que bajaré a comer.
Cuando me percaté de que nadie observaba, salí corriendo de ahí, casi vómito por correr así como si alguien me persiguiera.
Seguimos caminando a mi destino.
Al llegar tuve que esperar a ser llamado por mi doctor antes de eso una enfermera tomó mis signos vitales que ella se los pasaría al doctor cuando sea mi turno, solo noté diferente mi peso, no era lo que esperaba me encuentro bajo de peso, creí que pesaría más por está "cosa"que crece dentro de mi cuerpo.
-Patricio, pase por favor- solo escuché la voz del doctor que me llamaba desde adentro, Matt y yo nos volteamos a ver, pensamos al parecer lo mismo, no tardaron mucho. Nada.
Matt toma mi mano y entramos juntos, afrontaremos todo, aunque ya es evidente, lo inevitable.
-Buenos días Doctor Mackenzie- Saludo lo mejor que puedo.
Entramos al consultorio y nos indica que nos sentemos enfrente de su escritorio, este lugar me inicia a parecer pequeño.-Buenos días a ti también y hoy traes a un amigo, ¿quién es? y qué los trae por aquí- Nos mira atentamente, veo como se acomoda en su silla mejor.
-Buenas Doctor, soy Matthew el mejor amigo de su paciente Patricio- Matt suelta mi mano para saludar de un apretón al doctor Mackenzie. Me fijo como sonríe el doctor y contesta amablemente al saludo.
-Bueno que puedo hacer por ustedes, porque vienes a consulta Patricio, dónde están tus papás- De un momento a otro se pone serio o solo es profesional.