Un ruido escuchó a lo lejos, se oye como alguien cercano grita mi nombre. Siento una punzada en mi brazo derecho. Despertar, lo intentó, no puedo.No te rindas, no puedo hacerlo.
De dónde viene esa luz, escucho un ruido como una máquina. Alguien apague ese ruido, también la luz,queremos seguir durmiendo.
Bebé. Dónde estás. Lo último que recuerdo es que estaba en esa fiesta en mi casa, todo fue oscuridad.Acabo de despertar y llevo una mascarilla para respirar todo es confusión, tengo problemas para recordar. ¿Qué sucede?. Miro a los lados mi vista poco a poco se va aclarando, veo a papá dormir en un sofá cama. Me acomodo mejor, hago a un lado está mascarilla, tengo en mi brazo conectado un suero, visto una bata. Con mi mano izquierda la muevo y palpó mi vientre, aún está aquí mi bebé. Siento alivio. Me doy cuenta de que estoy en un hospital.
¿Cómo terminé aquí?.
Trato de levantarme pero no lo logro, no tengo fuerzas, todo es tan pesado. Mi cuerpo se encuentra agotado. No quiero despertar a papá.
Pero...Volteo hacia donde está papá, tengo que llamarlo, además me dan ganas de hacer pipi.
-Pá,Papá, pá -Se ve tan tranquilo ahí. Sigo llamando, hasta que despierta, al parecer no estaba al cien por ciento dormido, claro quién podría dormir en un sofá.
Veo como se estira para pararse y camina hacia mi.Se le ve cansado, decepcionado o tal vez ambas.
-¿Cómo te encuentras cariño?- Efectivamente tengo razón, está cansado. Molestia, lo más seguro.
-Tengo muchas ganas de hacer pipí, tengo que ir al baño, necesito ayuda-
Papá al escucharme, me ayuda a ponerme de pie, para que me pueda sentarme en una silla de ruedas, hay silencio solo se escuchan la maquina de monitoreo de signos vitales. Previamente me los desconecto, dijo que solo eran para tomar mi presión, saturación, frecuencia cardíaca y respiratoria.
Cuando volvamos los colocará de nuevo, aprendió varias cosas para nuestro cuidado. Tengo que llevar el suero en un tripié. Me da miedo preguntar lo inevitable, seguro ya lo sabe.Llegamos al baño de la habitación, me apoyé en una agarradera que hay cerca, me acomodo para hacer mis necesidades. Él solo se queda cerca. Me aconseja que avise si me siento mareado.
Al terminar, le avisó y me volvió a acomodar en la silla para volver a la cama. Trato de que también no haga esfuerzo, no quiero que se lastime o lastime su bebé. No quiero saber, lo mal que la ha pasado por mi culpa y mis descuidos, de seguro ya perdí su confianza.
Llegamos de nuevo a la cama, me coloca todo de nuevo, acomoda todo. Se dispone a llamar al médico o a una enfermera. Tienen que saber que ya desperté y como me encuentro.
Le agradezco mucho a papá pero no me responde.
Después de la revisión y recomendaciones del médico. Me avisa que tendré que estar en reposo un rato más, que por el momento estaré aquí, no son buenas noticias, me tendré que quedar dos semanas para poder llegar a mi peso ideal, mi bebé está bajo de peso también. Podría tener complicaciones. Todo esto fue frente a los ojos de mi papá. Solo escuchó y asintió a todo.
Cuando el médico se va, otra vez solos. Se sienta en una silla cerca de mi, mamá pregunta.
-Entonces es verdad, tendrás ¿Tu propio Patito?-
-Sí -Afirmó, no quiero ver a mi papá a los ojos. Ya no puedo salir de esto, que llevo rato evadiéndolo.
-¿Cómo es posible?,¿Cómo llegaste a esto?, ¿No me tienes confianza?, ¿Quién es el padre de tu bebé?, ¿No te educamos bien? -Solo escuchar cada una de sus preguntas, no puedo responder. Su voz es de molestia y tristeza a la vez.