Qué película más triste nos encontramos viendo, Matthew llegó a verme, pronto me darán de alta del hospital ya estoy por llegar a los 4 meses. Llegué a la meta, mi bebé y yo estamos bien de salud, han pasado muchas cosas, resolví todo con mi papá y mi tío Carlos, nunca me imaginé todo lo que pasaría.
Ahora estoy más consciente de lo que dije aquella vez. Hoy todo el día me quedaré en compañía de mi mejor amigo o eso me dijo cuando llegó.
Nos encontramos acurrucados en el sofá, mi mano en mi vientre.Mientras la televisión de la habitación ilumina nuestros rostros. Matt roza con ternura mi barriguita, se que es él más preocupado por mi. Vemos la película, no importa si la escena es de alegría, todo me da por llorar. Noto un ambiente de calma, se que compartimos la emoción de que nazca mi bebé.
-Es muy triste no poder tener una familia- Nunca me imaginé que ver a un perro no ser adoptado, me pusiera tan triste.
-No llores solo es una película, amigo - Veo a Matt y se ve que se quiere reír de mi.
-Tú estás llorando- Me limpio las lágrimas, también me quiero reír a la vez.
-Entonces resolviste las cosas con tu familia- Matthew menciona.Terminó la película y nos quedamos acurrucados en el sofá cama.
-Algo así-Le inició a contar las cosas como quedamos.
Después de la visita de mi abuelito gruñón, papá llegó con un regalito para mí gusto, hace tiempo que no me comía un pedazo de pastel de zanahoria, la dieta que llevo en el hospital es buena pero de vez en cuando no cae mal un dulce.
Cuando llegó la mañana de ese día tuve que enfrentar a mi mamá y a la vez a mi tío,busqué las palabras adecuadas para pedir perdón a los dos, por mi mal comportamiento.
Nunca me imaginé todo el daño que pueden hacer unas palabras.
Todo concuerda, nunca te llegas a imaginar el dolor de una persona, hasta que realmente te abre su corazón y te lo cuenta. Mi tío ha pasado por mucho. Dolor, me sentí muy mal cuando lo escuché.También hablando de todo, salió el caso de mi padre Max, al parecer aún no estoy del todo perdonado, de que me dio un cinco por ciento de perdón se que no me tendré que ir de mi casa. Eso me tranquiliza un poco.
Mis abuelos hablaron conmigo después por una videollamada, ahí se me abrieron los ojos.
Eran muchos misterios que ahora están resueltos, las cosas nunca serán fáciles pero por lo menos ya cuento con más personas, que me dan el apoyo y que me quieren.
Quieren lo mejor de mi.
-Amigo, si por cada cosa que me contarás vas a llorar, mejor detente- No sé en qué momento de mi relato inicie a llorar de nuevo, creí que esto ya lo había superado.
-Tú estás llorando, no lloraste cuando te marcó mi padre Max porque según él, tu me ultrajaste- Estos cambios de humor, se me olvidó el llanto y me inicio a reír de Matt.
-Sí, ese día creí que fallecería, a pesar de estar en diferentes lugares- Nos reímos un rato.Puras desgracias juntas pero divertidas. - Solamente imagínate a tu padre-
-Si, no te olvides que vivo con él desde que nací o desde antes-
Nos quedamos hablando de varias cosas, hasta que es hora de la revisión de todos los días desde que estoy aquí, ya pronto serán menos, volveré a casa. Esta vez es diferente, normalmente solo es algo rápido pero hoy no.
-Es hora de la revisión, te quedarás a observar, ¿me acompañaras?-Hago mención a Matt. Se que lo hará.
-Sí, por lo menos sabré cómo va el sobrino-Matt siempre se emociona mucho.