EXTRA 2/3

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Una vez más, dejamos a los niños al cuidado de su hermana mayor. Lucifer y yo estábamos exhaustos después de una semana larga de juegos con los gemelos.

Necesitábamos un descanso y como siempre, a Charlie no le molestaba cuidar a sus hermanos, para ella era mejor así, jugaban con Damien y se entretenían en el hotel mientras ella y Vaggie hacian su trabajo.

Nos dirigimos a la terraza del palacio, buscando un lugar tranquilo para relajarnos. La brisa nocturna era refrescante y las luces de la ciudad se extendían hasta donde alcanzaba la vista. Lucifer, con su porte elegante y su aire de autoridad, parecía más relajado de lo habitual. Incluso él necesitaba un respiro de vez en cuando.

Alastor: ¿Un trago?

Lucifer: Claro.

Le di un pequeño vaso y nos sentamos en uno de los sillones de la terraza, disfrutando del gran momento de calma que teníamos para ambos, era raro tener este tipo de momentos, casi siempre los teníamos a altas horas de la noche cuando los niños estaban dormidos, pero casi nunca cuando estaban despiertos.

A pesar de ser unos niños grandes ya, aún seguían amándonos como el primer día, seguían queriendo que estuviéramos con ellos jugando y divirtiéndonos a cada rato, era agotador para nosotros, pero por ellos hacíamos todo lo posible.

Lucifer: Al...de verdad disfruto estos momentos contigo, son de los mejores además de los que pasábamos en familia con nuestros niños.

Alastor: Lo sé, Luci. A veces olvido lo importante que es tomarnos un tiempo para nosotros mismos.

Lucifer: Es fácil olvidarlo cuando estamos tan ocupados. Pero estos momentos son esenciales. Nos permiten reconectar y recargar energías.

Ambos nos quedamos en silencio por un momento, simplemente disfrutando de la compañía del otro y del entorno tranquilo. La luna llena brillaba intensamente en el cielo, creando una atmósfera casi mágica.

Alastor: ¿Recuerdas cuando solíamos pasar horas hablando de nuestros planes y sueños?

Lucifer: ¿Cómo podría olvidarlo? Esas noches fueron el comienzo de todo esto.

Nos reímos suavemente, recordando los tiempos en que todo era más sencillo y nuestras preocupaciones eran menores. Aunque nuestras vidas habían cambiado drásticamente, el vínculo que compartíamos seguía siendo fuerte.

Lucifer: Al, hay algo que he estado pensando.

Alastor: ¿Qué es?

Lucifer se giró para mirarme directamente a los ojos, se levantó de su lugar y caminó hacia mi, sentándose en mis piernas y mirándome con una sonrisa. Sus intenciones eran claras, le sonreí y comencé a acariciar su cintura.

Alastor: ¿No estás muy cansado para esto mi amor?

Lucifer: Hm, quizás lo estoy, pero también estoy seguro de que podré descansar mejor...después.

Dijo mientras se acomodaba encima de mi acercándose cada vez más a mi rostro con esa sonrisa que yo ya conocía.

Mis manos seguían explorando su cintura, su cadera y un poco su espalda, mientras sus manos subían de mi pecho hasta mis hombros y viceversa.

La atmósfera se llenó de una intimidad palpable, una conexión profunda que solo nosotros podíamos compartir. La luna brillaba intensamente, bañándonos con su luz plateada, creando sombras y reflejos en la terraza que parecía un escenario perfecto para el momento de cercanía.

Alastor: Luci, sabes que siempre estaré aquí para ti, en todos los sentidos.

Lucifer: Lo sé, Al. Y yo para ti. Es en estos momentos cuando me doy cuenta de cuánto te amo.

✧Entre placeres y sentimientos✧//Radioapple//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora