29. Adiós.

9.3K 517 28
                                    

CAPITULO 29

ROBERT:

El agua mojando mi cabello y mi rostro ojeroso me recordaban que estaba vivo y que la noche había terminado acabando así el día más complicado de toda mi existencia. Cerré la llave y envolví una toalla en mi cadera para salir de la bañera y mirarme al espejo, mi nariz lucía terrible gracias al golpe recibido por parte del señor Hall... solo pensar en ese apellido me hacía doler la cabeza, ¿Que sería de mi a partir de hoy?

—Robert, ¿Quieres café o té en el desayuno? —me gritó Jules desde la cocina de su departamento.

—¡Café! —exclamé sin mucho entusiasmo y salí del baño para tomar algo de ropa prestada desde el closet de mi amigo.

Una camiseta de mangas cortas color azul que me quedaba ajustada dejando en evidencia que no me pertenecía, unos jeans oscuros ceñidos y los zapatos del día anterior, miré mi celular sobre la mesita de noche y lo tomé con temor a encenderlo, desde el momento en que me separé de Luna anoche corrí al único lugar en donde de verdad puedo estar tranquilo, en casa de mi mejor amigo, el único que me escucha, el único que siempre me dice la verdad incluso cuando duele, incluso cuando menos tengo intenciones de escucharla. Dejé de pensar y presioné el botón de encendido de mi teléfono y casi de inmediato aparecieron en mi pantalla las llamadas perdidas y todos los mensajes de mis familiares y "amigos"... ¡Que locura!

—¿Ya te sientes mejor? —cuestionó Jules sin mirarme, concentrado en los sandwiches que preparaba para el desayuno.

—¿Mejor? —repetí con ironía y tomé la taza de café sentándome a la mesa—. Pues mi nariz se ve horrible y duele como no tienes una idea, mi futuro es totalmente incierto y siento como si en cualquier momento fuera a entrar la policía por esa puerta y me llevaran a la cárcel. ¡De maravilla estoy!

—Hey hermano... tranquilo, ¿Sí? Ten, comete el sándwich —sonreí y tomé el plato que me pasó y le pegué un mordida al rico sándwich de jamón—. Bien ahora que ya la marea a bajado un poco, ahora que ya dormiste unas horas, te duchaste y estás comiendo, ¿Será que puedes explicare que diablos pasó ayer? ¿Que hablaste con Nahomy? ¿Como están las cosas con Rosie?

—No quiero hablar Jules, por Dios.—¿En serio? me conoces bien Robert, sabes que tienes que contarme para entonces poder decirte las palabras claves, te lo dij...

—¡Te lo dije! —grité con una risa sarcástica—. Es lo que siempre dices, "te lo dije"

—Pues no tendría que decirte eso cada vez que fracasas si te llevaras de mi a la primera advertencia.

—¿Y cómo para que diablos me sirve un "te lo dije" después de que el caos ya se formó? solo sirve para confirmar que tenias razón, pero a mi no me ayuda en nada.

—Pues al menos debería de servirte para aprender de tus errores y hacerme caso una próxima vez.

—No sé que va a pasar conmigo ahora, tengo tanto miedo, le confesé todo a Nahomy y no sé que vayan a hacer los Hall en contra de mi familia, no sé que vayan a hacer mis padres en mi contra, ¡Santo cielo! hasta mis hermanos querrán matarme, siento como si mi cabeza quisiera explotar...

—¿Y que hay con Luna?

—Esa es la peor parte, eso es lo que mas me intriga, no sé que vaya a ser de nosotros, sé que ella me ama, pero está tan decepcionada de mi que no creo que vaya a darme alguna oportunidad para intentar remediar un poco todo el daño, pero no puedo ser egoísta, en este momento lo único que puedo ofrecerle son problemas, y eso no es justo para ella, aunque duela.

¡HABLE AHORA! O Calle para siempre.(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora