¡HABLE AHORA! O Calle para siempre.(Terminada)

Epílogo

EPÍLOGO:

—Buenos días, mi Luna. —escuché su voz susurrándome al oído, despertándome de mi sueño.

—Buenos días. —susurré sin abrir los ojos ni moverme de mi espacio en la cama.

—Hey ya despierta, ¡Es tu cumpleaños! ya abre esos ojitos.

—Ay, no, ni me lo recuerdes —me acurruqué aún mas en la cama. Ya la briza de invierno comenzaba a sentirse en New York y eso solo me daba ganas de quedarme en la cama todo el día—. Te he dicho que no me gusta cumplir años.

—Uy sí, es que ya te estás volviendo toda una anciana, claro, claro—dijo en con sarcasmo—. Ya dale, despierta, es un día hermoso y tengo algunas sorpresas para ti...

—Buenos días... —dije y esta vez si abrí los ojos para encontrármelo ahí sentado a mi lado en la cama. Sonreía y esos hoyuelos aparecían en sus mejillas, se veía mas radiante que de costumbre esta mañana... mas feliz, su cabello oscuro peinado hacia atrás y su rostro despejado acabado de afeitar.

Hacía meses que habíamos tomado la decisión de vivir juntos pero aún no me acaba de acostumbrar a verlo todas las mañanas al abrir los ojos y todas las noches antes de quedarme dormida. Cada día descubría algo nuevo en él que me hacía quererlo incluso un poco más, como si se tratará de un libro de suspenso donde no sabes qué vendrá después pero cuando llega te deja fascinada. 

—Ve y date una ducha, te estoy esperando para desayunar, te preparé algo.

—Ah, te odio por levantarme tan temprano —le lancé una almohada y me puse de pie, me estiré un poco para luego entrar al baño. Mi cabello era un desastre y mis ojos estaban hinchados, pero mi sonrisa hacía que todo se viera en armonía y es que desde que estoy con él esa sonrisa se ha hecho permanente en mi rostro.

Luego de salir del baño me puse uno pantalones cortos y una blusa con mangas largas de color lila, solté mi cabello ondulado y dejé mi rostro sin maquillaje. Salí descalza sintiendo el piso frío bajo mis pies y me quedé un momento en la entrada de la cocina mirándolo desde lejos... estaba de espaldas a mi sacando algo de yogourt de la nevera; amaba mirarlo, amaba tenerlo cerca, aunque debo de admitir que amarlo tanto me asustaba.

Mirándolo desde aquí no pude evitar recordar esa noche en el bar "Las salsa" la noche en que nos reencontramos hace ya varios meses atrás... Yo estaba ahí, tan ida, tomando un trago mientras escuchaba la música cerré mis ojos para dejarme llevar... y al abrirlos me llevé la mas grata sorpresa de mi vida, él estaba ahí y yo cuestioné mi salud mental, de verdad llegué a pensar que de tanto pensar en él ya lo estaba viendo hasta donde no estaba, pero entonces él me habló y supe que era real no era solo un espejismo causado por mi subconsciente, tampoco era una alucinación por tomar de mas... simplemente era él ahí, sentando frente a mi, en vivo y en directo debilitando cada sentido de mi ser.

Traté de mostrarme fuerte, y en mi delirio traté de escapar de él... pero como para variar me miró con esos ojos tan negros como la noche y me suplicó que lo escuchara, no pude decirle que no, nunca puedo decirle que no a esos ojos de tinieblas. Su presencia todo lo altera, y me bastó solo mirarlo para volver a sentir esa sensación de electricidad que recorre mi piel cada vez que él está cerca... Lo besé, y no me arrepiento de haberlo hecho, fue como tomar agua luego de llevar horas y horas corriendo bajo un sol del caribe, o como comer luego de haber estado a punto de morir de hambre. Esa noche confirme que él era, es y siempre será mi delirio, mi adicción.

Me volví miel en su cama, dejé abajo toda mi armadura de mujer fuerte y mi actitud de "no me importas" y es que con él no podía fingir... junto a él solo podía ser feliz, incluso  sabiendo que las cosas podían no funcionar, le dije que sí cuando me pidió ser su novia, y creo que es el mejor sí que he dicho en mi vida y es que estos meses han sido como un milagro, al fin luego de tanto tiempo puedo asegurar que la felicidad sí existe y aunque no es un estado constante, hay que aprovecharla mientras se tenga sin pensar ni preocuparse, sin atormentarse con pensamientos negativos, teniendo en cuenta que nada es eterno pero mientras dure hagamoslo inolvidable...