¡HABLE AHORA! O Calle para siempre.(Terminada)

35.Dejavoo (Capitulo final)

ROSIE:

Y al fin había llegado el día... el día en que me tocaría regresar al lugar en donde todo empezó y no podía evitar sentir esa gran descarga de nostalgia en mi pecho en el momento en que mis pies tocaron el suelo de Las Vegas luego de tanto tiempo.

No quise avisarle a Drew a que hora exactamente sería mi llegada, no quería que se esforzara en irme a buscar al aeropuerto, necesitaba estar unos momentos a solas para prepararme mentalmente para todo lo que venía, no sería muy fácil volver a ver esos rincones que ocultan tantas memorias y momento preciados para mi. 

Detuve un taxi y acomodé mis maletas; el chófer puso algo de música y yo me dediqué a mirar por la ventana la locura que tanto había extrañado, toda esa extravagancia de las Vegas, esa adrenalina que había extrañado por tanto tiempo; saqué mi mano derecha por la ventanilla del taxi para sentir la brisa y un poco de sol, ese sol me recordaba a esa tarde... esa tarde en la que le dije que sí a sus intenciones la tarde en la que había salido simplemente a dar un paseo y me había encontrado sin estarlo buscando, con lo que mas he querido y lo que mas me ha dolido... Robert Steef, y es que es como algunos dicen, fue tan corto el amor y tan largo el olvido, y a pesar de que ya no duele como antes, no puedo evitar recordar las cosas que vivimos juntos. 

Cerré los ojos tratando de hacer a un lado todas las malas memorias y recordé solo las cosas buenas que habíamos vivido... esa noche en la que lo conocí, las sonrisas que compartimos, la música que bailamos, los tragos que tomamos... los besos que nos dimos. Unos quince minutos habían pasado y casi sin darme cuenta ya había llegado a mi destino; el departamento donde había vivido tantos años junto a mi mejor amiga, le pagué al taxista y me ayudó a bajar mis maletas.

Todo lucía tal y como siempre, justo como lo había dejado, solo que esta vez me sorprendí al darme cuenta de que el ascensor por fin había sido reparado.

—Bien, supongo que esta a de ser una buena señal, cosas buenas pasaran en este viaje... —me dije a mi misma en tono de broma y me reí de mi propio chiste mirándome al espejo, arreglé un poco mi cabello y lo amarré en una cola alta dejando mi rostro libre, respiré profundo justo cuando la puerta del ascensor se abrió y arrastré mi maleta detrás de mi, caminando hasta la puerta del departamento.

Sonreí con nostalgia y emoción antes de tocar el timbre, tenía tantas ganas de ver a mis mejores amigos, abrazarlos, contarles con detalles todas mi vivencias... escucharlos, asegurarme de que estaban bien.

—¡Sorpresa! —exclamé cuando Drew abrió la puerta y se lanzó sobre mi abrazandome fuertemente.

—Rosie, nena, no sabes lo mucho que te extrañé, ¿Porqué no me dijiste que te alcanzara en el aeropuerto?

—No quize molestarte, además quería sorprenderlos.

—¡Estás hermosa! Ven te ayudo con tu maleta, Betty está en el cuarto.

Tomó mi maleta y la levantó; miré con un suspiro mi antigua sala... es increíble como un lugar puede albergar tantas memorias, tantos buenos y malos momentos en un solo lugar. Tomé asiento en el antiguo sofá, ahora estaba un poco mas limpio todo lucía mucho mas organizado, no sabría como describirlo pero se percibía como un ambiente mas familiar, casi como un hogar común y corriente, y es que ya no era el departamento de dos strippers solteras, ahora era el nido de amor de dos enamorados.

—¡Rosie! —Betty salió casi sonriendo de la habitación y se abalanzó sobre mi para abrazarme—. Dios mío estás hermosa, solo mírate, pareces otra, te vez mucho mas tranquila, feliz.

—Tú también estás muy diferente, te ves de maravilla... Chicos, muchas felicidades de verdad, no puedo creer que en apenas dos días se van a casar.