2.Hielo.

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CAPÍTULO 2
HIELO

ROBERT


Luna... Así que ese era su nombre, sí, le iba perfecto. Desde que entré en este lugar y la vi bailar supe que tendría que averiguar su nombre, conocerla, bailar con ella... Luna, sí, ella brillaba como una Luna.


—¿En serio vas a perderte la oportunidad de bailar con alguien como yo? —dije sonriendo.



—¿Estás hablando en serio? ¿Alguien como tú? —dijo con un tono de voz indiferente mientras mantenía su mirada azul tormenta puesta en mí, como si me estuviera retando a ahogarme en su mar.



—Pues, no es por presumir, pero... Mi Julia dice que bailo como todo un rey.



—¿Se supone que debo saber quien es Julia?



—Ah, cierto, era una amiga de mi abuela en paz descanse—hice una pausa—. Tiene setenta años, voy de vez en cuando al hogar de ancianos a verla y bailar con ella, la amo.



—Pues, me da igual lo bien o mal que bailes, no pienso bailar contigo.



—¿Porqué?—pregunté—. Prometo no pisarte mucho tus lindos piecitos, Luna.



—¿Si bailo contigo dejarás de tratar de intimidarme con la mirada?



—¿Intimidarte con la mirada? ¿Te sientes intimidada? —La mayoría de las mujeres dicen que mi sonrisa es hipnotizante y mágica, me tocaría probar suerte con ella. Sonreí.



—No querido... Robert, te falta mucho qué aprender acerca de miradas intimidantes.



—¿Podrías enseñarme? —Me acerqué un poco a ella.



—No, es simple, o lo tienes, o no lo tienes... Y tú, definitivamente no lo tienes. —Se puso de pie y se fue caminando lentamente hasta la barra de bebidas.



La vi alejarse meneando las caderas de un lado a otro. Juro que nunca en mi vida había visto unas piernas así de sexys.



Luna se sentó en uno de los taburetes del bar y comenzó a charlar con el tipo de las bebidas.



—¿Me puedes explicar que mierda está pasando contigo? —La voz de Rick me tomó por sorpresa.



—Sí, ¿Qué diablos fue eso de hace un rato? ¿Cómo es eso de que yo soy quien se va a casar?—esta vez habló Jules.



—¡Di algo Robert! —exclamó Tony mirándome fijamente.



—Tengo que besar a esa chica, tengo que hacerla mía esta misma noche... —dije sin vacilar y sin quitarle los ojos de encima a Luna, quien tomaba un trago en el bar.



—¡No otra vez! —exclamó Jules. De los tres, Jules es mi mejor amigo, siempre tratando de hacer que yo me contenga y mantenga los pies sobre la tierra.

¡HABLE AHORA! O Calle para siempre.(Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora