CAPITULO 31
ROSIE:
—¿Una semana? ¿Tienes toda una semana fuera del país y ni siquiera habías sido capaz de decírmelo?
Sí, estaba consciente de que eso pasaría, sabía que en el momento en que Betty supiera que me había ido sin despedirme se iba a poner histérica y me gritaría hasta mas no poder.
—Lo siento, si no te lo dije antes es porque no quería preocuparte y no quería hacer aún más dura mi partida, créeme se me hizo muy difícil despedirme de Nueva York.
—¿Y tuviste que esperar toda una semana para llamarme?
—Estaba esperando a estabilizarme un poco, no ha sido para nada fácil adaptarme a este lugar pero ya lo estoy logrando, voy a clases todos los días en la tarde y trabajo durante toda la noche, ya casi me adapto a mi rutina.
—Cariño... y ¿De verdad te sientes bien estando allí? ¿Estás feliz?
—Por supuesto, estoy estudiando lo que siempre soñé y tengo un trabajo en el que al menos los hombres no ven con tanto morbo... Estoy bien.
—¿Y cuando regresas?
—No lo sé Betty, supongo que volveré cuando esté realmente lista, cuando concluya mis estudios, cuando ya no me duela el alma, ¿Comprendes?
—Claro que sí, le contaré a Drew sobre tu viaje, de seguro se pondrá furioso cuando sepa que te fuiste sin despedirte pero bueno, nosotros solo queremos que estés bien, te quiero amiga.
—Yo te quiero aún más, hasta luego.
Guarde mi teléfono dentro de mis pantalones, tomé asiento en una de las mesas del restaurante y observé a Braden quien terminaba de recoger las sillas y asear un poco el lugar antes de cerrar. Era un chico realmente tranquilo, muy callado y educado, pocas veces me hablaba y cuando lo hacía se dirigía a mi de una manera muy cordial, o solo para darme los buenos días o las buenas noches, supongo que a de ser muy tímido. Todo aquí era demasiado tranquilo, era una rutina un tanto... aburrida hasta cierto punto, pero tenía que acostumbrarme, mi vida siempre a sido un caos supongo, que mi sistema ya se había hecho a la idea de que esa es la única forma de vivir y ahora le toca adaptarse a la rutina y la tranquilidad.
Era viernes en la noche y no pude evitar comparar mi vida de hace apenas una semana con la vida que tenia ahora, si estuviera en Las Vegas en este momento estaría bailando salsa en el bar, tomando tequila o jugando casino... y no aquí cansada luego de una jornada dura de trabajo como camarera apunto de cerrar el restaurante para que Braden me llevara a casa en silencio a dormir hasta el otro día.
Miré mi reloj, eran apenas las once de la noche, aún me costaba adaptarme al nuevo horario y no tenia nada de sueño pero tampoco conocía algún lugar a donde ir o alguien con quien salir a despejar la mente.
—¿Estás bien? —La suave voz de Braden me sacó de mis pensamientos.
—Sí —sonreí nerviosa y lo miré, él comenzaba a acercarse a mi hasta sentarse frente a mi—. ¿Porqué preguntas?
—Te veo muy pensativa, mas que de costumbre.
—No es nada, solo estaba pensando en Nueva York, en mis amigos.
—Sabes, con todo respeto pero ¿Acaso estás huyendo de algo? Digo no sé, de algo o alguien.
—No... en realidad creo que de lo que estoy tratando de huir vive dentro de mi, por eso es mas duro dejarlo salir, pero si vine hasta Londres es porque quiero, merezco, volver a ser feliz.
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¡HABLE AHORA! O Calle para siempre.(Terminada)
ChickLit"El novio no siempre se casa con la novia"