🪽✨ Cap 34 ✨🪽

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Pov Adán:

No se que me pasa, últimamente he estado pensando en mi secretaria, que según yo, es mi amiga con derechos, porque ¿Quién mierda se besa a su jefe? y para rematar... ¿te le pasa los dedos por tu coño?

Lute: señor, lleva 3 horas tratando de resolver un maldito crucigrama.– dijo la tetas chiquitas.

Okami: Si señor, debería de haberlo terminado hace mucho.– apoyo mi mano izquierda. Esta si no tiene nada.

Adán: silencio perras, yo sé cuándo terminaré esto, ustedes guarden silencio.– dije, mientras una imagen se me venía a la mente.

Lute: y se acaba de imaginar una cosa obscena con Jhen...– susurro a su compañera.

Okami: si...– respondió.

Adán: ¡¿Que tanto susurran perras?!– grite enojado.

Lute/Okami: nada señor.

Alterne mi vista en ambos ángeles, odiaba admitirlo pero tenían razón, y esto, aunque fuera normal para mí. Ya pasó de la línea.

Adán: pueden irse, tomen el resto del día como libre.– Dije sin preocupaciones mientras me apoyaba en el respaldo de mi silla.

Ambos angeles me miraban y alternaban su vista entre ellos, sin poder creerlo.

Adán: ¿Tengo un pito en la cara o porque me miran tanto?– dije fastidiado por las miradas de ambos.

Lute: la verdad, es que si tiene un aparato reproductor en la máscara señor.– dijo la tetas chiquitas y okami asintió en afirmación a ella.

Adán: ¡¿Que tengo que?!– me quite la máscara de un tirón y la mire.– pero no hay nada...

Levanté la vista y ya no había ningún alma, no había absolutamente nadie.

Con enojo lance la máscara a un lado, me cruce de brazos y me deje caer en mi silla.

Adán: malditos angeles de mierda... Juro que si alguien más entra por esa puerta, lo haré mierda...– dije en un susurro bajo.

Y justamente. Alguien había entrado. ¿De verdad, padre estaba probando mi paciencia de esta manera? No lo sé, pero que buen libraso se llevó aquel ser que entro.

X: ¡Ay!– se quejo una voz femenina.

Adán: ¿Eh?– dije confundido. Abrí mis ojos y me percate a quien le lancé el libro.

Se lo había lanzado a Emely...

Adán: ¡No sabes tocar perra!– le grite enojado y a la vez confundido.

Miguel: ¡Em!– entro de seguidita el payaso barato.

Adán: tsh.– gire mi silla y mire hacia afuera por un gran ventanal que tenía detrás de mi.

Miguel: ¡Ejem! Exijamos una disculpa.– se quejo el duende.

Adán: no diré disculpas ya que ella no tocó y pensé que era alguien desagradable.– me excuse.

Emely: n-no te preocupes Miguel. Después de todo tiene razón, no toque la puerta y eso me gane.– dijo la pequeña serafín mientras sobaba la zona golpeada.

Adán: fuera de aquí... Quiero estar solo.– dije seriamente.

Miguel: ¿Entonces no quieres oír nada de lo que vamos a decirte?– se acercó al serafín para ayudar a levantarse.

Adán: no quiero oír ni mie-

Emely: ¿Ni siquiera de Jhenis?– pregunto cautelosamente.

Adán: los escucho.– me puse rígido y atento a cualquier información sobre ella. Por alguna razón, ella me hacía sentir cosas que una vez sentí... Y me fue terrible tratar de olvidar ese sentimiento.

Emely: pues toma una libreta y un lápiz porque esta información vale millones.– dijo ella mientras cerraba la puerta, después de que la ayudarán a levantarse.

Miguel: te vamos a ayudar a que ella sea tu pareja. Así no pasas estás situaciones tu solo.– chasqueo los dedos e hizo aparecer tres tazas de té, dos sillas, una pizarra y un marcador negro.– somos expertos en estos temas. ¿Verdad Em?– dirigió su mirada a la menor.

Emely: –asiente– si, si, si, déjalo en nuestras manos Adán.– me miró entusiasmada.

Yo solo me limitaba a ver todo lo que estaba pasando, pero algo dentro de mi, me decía que debía aceptar esto y tratar de conseguir una pareja... Tantos años solo empezaban a dar cuenta.

Adán: no les diré ni mierda por esto, pero no esperen nada a cambio.– me mire las uñas.– ¿Entiendo?– dirijo mi mirada a Miguel.

Miguel: ...

Emely: no se preocupe Adán. Nosotros lo hacemos por amistad.– dijo ella emocionada mientras acomodaba todo para dar inicio a lo que sea que van a dar.

Miguel: y también porque estás jodidamente a sus pies, y eso me da gracia.– aclaro mientras tomaba su té.

Adán: ¿Quieres pelea payaso de cuarta?– trone mis dedos y me levanté de mi asiento.

Miguel: puede ser.– dijo levantando sus mangas y acomodando su traje.

Emely: ay no...– se oculto detrás de mi escritorio.

Y así empezamos una pelea, a puño limpio, sin poderes ni ningún tipo de trampa. Obviamente no quería ganar de una, por eso no quise ocupar mi poder superior.

Seguimos así una buena parte de la tarde, Emely se entretenía por la pelea y tomaba de su té. Vaya tarde más movida tuve.

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⏰ Última actualización: Jul 24 ⏰

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