Deslizándose al amor ;

244 28 1
                                    

Era un frío día de invierno cuando He Tian convenció a Mo Guan Shan para ir a esquiar. A pesar de la reticencia inicial de Mo, no pudo resistirse a los ojos penetrantes y la sonrisa encantadora de He Tian.

En la base de la montaña, Mo Guan Shan miraba con aprensión los altos picos cubiertos de nieve.

—¿Por qué acepté esto? —gruñó, ajustándose las gafas de esquí—. No sé ni cómo ponerme estos malditos esquís.

He Tian, siempre despreocupado, sonrió mientras le ayudaba con los esquís.

—Porque no puedes resistirte a mi encanto, por supuesto —respondió, guiñándole un ojo.

Mo bufó, cruzando los brazos.

—Sí, claro. ¿Y qué pasa si me rompo una pierna? O peor, si me rompo la cara.

—Tranquilo, estarás bien. —He Tian le dio una palmadita en el casco—. Además, si te rompes algo, siempre puedes contar conmigo para cuidarte.

—Eso es lo que me preocupa —murmuró Mo, pero no pudo evitar sonreír un poco.

Subieron al telesilla, con Mo sujetándose con fuerza al borde del asiento. He Tian aprovechóel momento para sacarse una selfie, ignorando el hecho de que su novio fingia que no le temía a las alturas.

—¿Alguna vez has esquiado antes? —preguntó Mo, tratando de distraerse del vértigo.

He Tian se encogió de hombros.

—Una vez o dos. No te preocupes, si te caes, te atraparé.

Mo rodó los ojos.

—No planeo caerme, pero gracias por la confianza.

Al llegar a la cima, Mo miró la pendiente con horror.

—Esto es una mala idea. Puedo sentirlo.

—Vamos, no seas gallina —dijo He Tian, ya deslizándose suavemente cuesta abajo—. Solo sigue mis movimientos.

Mo intentó seguir a He Tian, pero apenas había avanzado unos metros cuando perdió el equilibrio y cayó de bruces en la nieve.

—¡Ay! ¡Maldita sea!

He Tian se deslizó de regreso, riendo.

—¿Estás bien, Mo? ¡Esa fue una caída impresionante!

—Cállate —bufó Mo, tratando de levantarse—. Esto es imposible.

He Tian le tendió una mano.

—Vamos, te enseñaré. Solo necesitas un buen instructor.

—¿Y quién dice que tú eres bueno? —Mo aceptó la mano de mala gana, poniéndose de pie.

—Soy bueno en todo, Mo —dijo He Tian con una sonrisa arrogante.

He Tian se colocó detrás de Mo, colocando sus manos sobre las caderas de este para guiarlo.

—Primero, relájate. No te pongas tan rígido.

—Difícil de relajarme cuando estás tan cerca —gruñó Mo en voz baja, sintiendo el calor de las manos de He Tian a través de su ropa de esquí.

He Tian rió suavemente al oírlo.

—Relájate, te tengo. Ahora, dobla las rodillas un poco y trata de mantener el equilibrio.

Con la guía de He Tian, Mo comenzó a deslizarse más suavemente. Aunque tuvo algunas caídas más, pronto empezó a mejorar.

—Lo estás haciendo bien —alabó He Tian—. Ahora vamos a intentar una bajada más rápida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

TianShan ¦ Drabbles ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora