Pequeña bola de pelos ;

1.9K 140 8
                                    


El sol estaba en su mayor esplendor, iluminando y brindando calidez en el gran prado, donde dos cachorros disfrutaban de la maravillosa mañana.

Ambos corrían jugando entre ellos, entusiasmados por la fechoría que cometieron, ya que hace tan solo unos minutos sus madres les darían un baño, pero uno de ellos casi arrastró al otro en su travesura. Al final terminaron adentrándose al bosque antes de que el Alfa los atrapara.

Ambos cachorros daban saltos en sus cuatro patas, mordiéndose unos a otros de vez en cuando. El mayor por fin había logrado que su malhumorado amigo pasara tiempo con él.

Rodearon los árboles, olfatearon arbustos y pisaron las hojas secas en busca de un pequeño animalito.

El primero fue el lobo de pelaje azabache, quien traía a un pobre conejito. Victorioso, le mostró a Mo lo hábil que era cazando, en cambio el contrario se mostró indiferente aun si por dentro se estaba muriendo de ganas por elogiar al mayor.

He Tian bajó las orejas, triste por no haber impresionado al menor. Sin darse por vencido, siguió insistiendo, acercando más el cuerpo inerte del criatura al otro. Derrotado, dejó al animalito en el césped, empujandolo levemente con el hocico hacia Guanshan, quien sentado y desviando la mirada, se negaba a caer ante esos ojos de perro abandonado.

Solo por curiosidad echó un vistazo al conejo, notando algo raro en él, llevó su nariz a éste, olfateandolo. Repentinamente, el roedor comenzó a correr, perdiéndose en unos matorrales.

El azabache le siguió, pero sabía que no lo volvería a encontrar en las proximidades, cuando volvió con su compañero, le encontró revolcándose cual cerdo en su chiquero, He Tian estaba seguro de que si los lobos pudieran reírse, ahora mismo Mo estaría riendo a rienda suelta.

Pocas veces eran las que se podía apreciar al pelirrojo en esas facetas, aun si era solo una cría. Si el menor era feliz, entonces él también, así que sin más pegó su pecho en el suelo y meneo la cola antes de saltar encima de su próxima víctima, quien se retorció debajo suyo, negándose a la sumisión.

Tian mordisqueo una de sus orejas, ocasionando que el más bajo gimoteara, arrepentido por hacerle llorar, comenzó a lamer la extensión de su cuello hasta la boca, solo era un juego, pero a Mo le ponía nervioso así que sin darse cuanta, cambió a su forma humana.

El lobo tuvo cuidado de no morder el rostro de su compañero cuando se transformó abruptamente, el niño trató de quitarle de encima y él se bajó sin rechistar, también volviendo a su modo infante.

—Hay que volver— casi ordenó el pelirrojo, atrayendo sus piernas a él para abrazarse a sí mismo. A pesar de que es normal la desnudez en los cambia-forma, aun no se acostumbraba a estarlo cerca de otras personas que no fueran sus progenitores.—, mamá se preocupará.

—Si, tienes razón.— tomó una ramita y comenzó a simular que esta era una espada, todo ante la atenta mirada de su amigo.— Bien, vámonos.— apuntó al camino de retorno con la varita.

—Alfa nos retará por venir al bosque sin un adulto.— suspiró, desanimado.

—Papá no es tan malo como parece, ¿sabes?— puso los brazos en jarra— ni mi hermano. Ambos son geniales. Cuando crezca seré como ellos.— subió su puño en dirección al cielo, decidido en cumplir su meta. Mo solo asintió en respuesta, algo distraído por una mariposa que pasaba por su lado.

—Nos transformaremos, ¿verdad?— preguntó de pronto, algo cohibido.

—Nah, a mamá no le gusta que ensucie su lindo piso con mis patas.— hizo una mueca, recordando las veces que fue regañado por pisar charcos antes de entrar en su hogar.

—Bueno, yo si lo haré, no me gusta que me vean así.— se señaló. Ya en casa se pondría ropa.

El azabache se encogió de hombros, a él no le importaba realmente, la mayoría de los ñiños en la aldea andaban como Dios los trajo al mundo y para ellos no era un problema, tal vez por la edad, quien sabe.

El pelirrojo cambio a su forma lobuna en tan solo unos segundos, aunque antes de emprender paso, fue tomado en brazos por He Tian.

El cachorro le miro en busca de una explicación, pero el mayor no tenia una, solo le dio en gana llevar él mismo a esa pequeña bola de pelos, la cual se movía con el afán de zafarse, fallando.

Intentó de todo, pataleo, lloriqueo e incluso le mordió, aunque este fuera mas una cosquilla ya que no quería lastimar al niño. A la mitad del camino ya se había rendido, cayendo ante esas caricias así como también en los brazos de Morfeo.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hm, como que no tengo creatividad para los títulos, no? 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hm, como que no tengo creatividad para los títulos, no? 

Bueno, estoy y a la vez no satisfecha con el cap, ah

Y vaya que me tardo en actualizar :')

Perdonen los errores, aun si corregí algo, no sé si me habré salteado alguno.

TianShan ¦ Drabbles ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora